Como el día anterior, el encierro de la once de la mañana, con los novillos de la ganadería Prieto de la Cal que serían lidiados en la corrida de la tarde, fue rápido y sin ningún incidente reseñable, que sepamos. Siendo sábado, se esperaba mayor afluencia de forasteros, pero no fue así. Entre los corredores, chicos jóvenes, de Pedrajas e Íscar, que conozcamos.
Mayor afluencia de público hubo en el encierro de las once de la noche, que estuvo animado. En primer lugar, salió a la calle un novillo de color negro, que suponemos sería el toro del cajón anunciado en los programas. Desde fuera de la plaza no pudimos contemplar esa suelta. Después, con él, fueron saliendo y entrando otros dos novillos varias veces hasta que con la ayuda de los bueyes -de gran corpulencia este año- regresaron los tres a los toriles de la plaza. Otra incidencia es que durante unos minutos se fue la luz de alumbrado público en la calle del Alamar.
Pudo haber un par de cogidas, al menos. En las talanqueras de junto a la plaza un joven rubio, parece que teñido, no acertó a meterse entre los palos y no fue corneado porque el toro se desentendió de él. En la Ronda de Santa Ana, frente a la discoteca Pic-Nic, otro corredor cayó al suelo muy cerca del novillo, pero tampoco fue la res a por él.
La novillada de por la tarde no resultó bien, porque uno de los novillos pisó a uno de los novilleros y no pudo seguir toreando, debiendo su compañero encargarse de la lidia de las cuatro reses. Y dicen que no estuvo acertado. A las ocho y media, en la Plaza Mayor, hubo disco movida infantil, con animación, en la que participaron numerosos niños... junto con algunos padres y abuelos. Pero empezó a llover -apenas unas gotas- y la actuación debió concluir antes de tiempo.
ENCIERRO DE LOS NOVILLOS DE LA GANADERÍA "PRIETO DE LA CAL"
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