lunes, 5 de agosto de 2024

PREGÓN DE LAS FIESTAS DE PEDRAJAS

 PRONUNCIADO

POR 

ISABEL RIVERO GARCÍA

Pedrajas de San Esteban, 2 de agosto de 2024

Sr. Alcalde, Corporación Municipal, Reinas de las fiestas de 2023 y 2024 y vecinos de Pedrajas de San Esteban. 

En primer lugar, quería agradecer a todos/todas el estar aquí presentes para celebrar el inicio de estas fiestas de San Esteban. Gracias por acompañarme y gracias al ayuntamiento por confiar en mí para realizar la labor/función de pregonera. 

Este pregón va a ser breve, no quiero aburriros con todas mis vivencias en este pueblo, simplemente voy a tratar de ofreceros una visión general de lo que son mis recuerdos aquí y de lo que han supuesto para mi vida adulta los años pasados en Pedrajas. También, reivindicar la importancia de la vida rural, de los pueblos, en nuestra sociedad. 

Jamás pensé que pudiera llegar este momento… quién me iba a decir a mí, cuando llegué a Pedrajas con tan solo 7 añitos, para establecerme definitivamente aquí, que casi 30 años después tendría la oportunidad de estar frente a todos vosotros iniciando estas fiestas en calidad de pregonera. 

Tras luchar mucho tiempo por hacerme un hueco en el mundo del boxeo, que como os imaginaréis no ha sido sencillo en absoluto, el pasado 2023 conseguí proclamarme campeona de Europa del peso mínimo de boxeo, revalidándolo en marzo del presente año. Para mí es un orgullo ser la primera castellano-leonesa en conseguirlo, y por supuesto, la primera vallisoletana. Y mujer. Todo ello ha llevado a que hoy esté aquí con todos vosotros, orgullosa y agradecida, pregonando estas fiestas de San Esteban. En este punto no puedo por menos que dar las gracias tanto a mi entrenador como a mi equipo deportivo por confiar en mí y en nuestras posibilidades de alcanzar los méritos deportivos que estamos consiguiendo. Sin ellos no hubiera sido posible llegar a este punto, y esperemos afrontar juntos nuevos retos mucho mayores. 

Más o menos, todos me conocéis, aunque no soy una pedrajera al uso, ya que, a pesar de haber pasado gran parte de mis primeros años de vida aquí, también tuvimos que residir otros tantos fuera. Pero siempre he llevado a este pueblo en mi corazón, y ahora más que nunca. Cuando me preguntan: “¿Tú eres la boxeadora de Pedrajas?, no puedo por menos contestar afirmativamente con una satisfacción inmensa. 

Creo que es de vital importancia a la hora de fijar una personalidad con valores, el hecho de haber tenido una infancia plena. Y con plena me refiero a tener un sentimiento de pertenencia a una familia y a un lugar. Al fin y al cabo, somos animales sociales y gregarios. 

En mi caso, y a pesar de no haber podido disfrutar de continuo de una infancia aquí, en mi mente han quedado grabados a fuego momentos tan especiales como sencillos: esas noches de verano con mis vecinos de la calle Gallegos, sentados en las puertas de sus casas, con los mayores charlando mientras los niños jugábamos. Esos días de colegio, con aquellos profesores armados de paciencia y de pasión y dedicación por su trabajo, que te motivaban a seguir aprendiendo y a ser mejor persona. Esos martes que volvíamos rápido a comer a casa para pasar por el mercado de la plazuela a ver si caía algo en alguno de los puestos. Esos ratos con mis abuelos, (Felisa y Niceto) fijándome atentamente cómo el abuelo que fue pastor intentaba calmar dolores con sus duras manos a los vecinos que se acercaban por casa, mientras todo se llenaba del aroma a alcohol de romero. Las “chuches” obtenidas de forma más o menos legal de la tienda de mis abuelos, que luego pasó a mi tía. Esos felices años con mis primos, que han hecho a la perfección su papel de hermanos, enseñándome a nadar o escuchando a Sabina mientras recorríamos el camino a Sacedón en el coche. Mis primeros “trabajos de verano” como camarera en varios establecimientos hosteleros. 

Estoy segura que me he dejado en el tintero muchas situaciones, muchos momentos, muchas personas y muchos bonitos recuerdos (los no tan bonitos, los obvio de forma totalmente consciente y voluntaria), pero sería extenderme innecesariamente e ir en contra de la brevedad afirmada al inicio de este pregón. 

Con todos estos ejemplos, evidentemente, lo que quiero expresar es que el lugar donde se desarrolla nuestra infancia y adolescencia es determinante a la hora de definir nuestra futura personalidad. En cada uno de nosotros se va fraguando y moldeando una persona diferente, dependiendo de sus vivencias y del lugar en el que se hayan desarrollado. Y yo he tenido la suerte de vivir estas etapas en el pueblo de mi familia materna. 

Y no queda ahí, ese sentimiento de adhesión y pertenencia a un sitio va evolucionando a lo largo de los años. Cuando llega la hora de volar del nido, comienzas a darte cuenta de la importancia de poder regresar a un hogar, de poder refugiarte en las calles que te han visto crecer, de la necesidad humana de revivir instantes felices y sentir que aquí nada malo puede pasarte. Volver a ser niño y que las preocupaciones de la vida adulta desaparezcan por unas horas. Sentir que regresar al pueblo es someterse a una terapia curativa en esa clínica de rehabilitación llamada hogar. 

Por todo esto considero fundamental dar el valor que tienen y merecen los pueblos, y me disculpareis si hago uso de este pregón para ello, pero no podía dejar pasar la oportunidad de manifestar que los pueblos son la base de nuestra sociedad, lugares donde se conservan nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestra identidad. Son espacios donde la comunidad se une, donde se fomenta la solidaridad y la colaboración. Los pueblos son fundamentales para el equilibrio territorial, para la diversidad y para el desarrollo sostenible. Debemos valorarlos y protegerlos, promoviendo su crecimiento y su prosperidad. 

Como habéis podido comprobar, este pregón carece de nombres (salvo alguna alguna excepción) y a pesar de ser muchos los que habéis influido en mi vida. Todos los que habéis sido y sois parte de ella de una forma más cercana sabéis que estáis incluidos en estas líneas. Solamente quiero particularizar en mi familia materna y en mis padres, Maribel y Gonzalo, para dejar constancia de que sin vosotros yo nunca hubiera llegado a ser la persona que soy hoy en día, y de la que espero que estéis orgullosos. 

Agradecer también a todo el pueblo de Pedrajas el apoyo recibido durante estos meses y asegurarles que mi intención y deseo es conseguir mayores objetivos y llevar conmigo el nombre de nuestro pueblo a donde yo llegue. 

Llego al final, lo prometido es deuda y he tratado de ser lo más concisa posible, así que sólo me queda desearos a todos/todas, vecinos de Pedrajas de San Esteban felices fiestas. 

¡Viva Pedrajas!, ¡Viva San Esteban!, ¡Viva San Agustín!

SEMBLANZA

Isabel Rivero García nace en Valladolid el 14 de septiembre de 1987. Sus primeros años transcurrieron en en su ciudad natal, pero manteniendo un contacto muy estrecho con Pedrajas de San Esteban: Navidad, Semana Santa y el verano eran épocas para pasarlas en el pueblo de su familia materna. Después se fueron encadenando mudanzas por motivos laborales familiares: Oviedo, León y, finalmente de vuelta en Valladolid, se estableció junto con sus padres, en Pedrajas de San Esteban.

Desde muy pequeña, animada siempre por sus progenitores, ha practicado varios deportes: baloncesto, natación, tenis… y ha participado en actividades socio-culturales como el teatro, espacio joven, o formando parte de la primera asociación juvenil del pueblo.

Se inició en el mundo laboral también en Pedrajas de San Esteban, dando clases particulares y en hostelería. Esta última actividad la compaginó con sus estudios durante los años en que estuvo formándose académicamente en Valladolid.

En el año 2012 consiguió un puesto de trabajo, relacionado con los estudios que había cursado, en una empresa farmacéutica ubicada en el Parque Tecnológico de la localidad de Boecillo (Valladolid), del que afirma estar muy satisfecha por cuanto le apasiona la actividad a la que se dedica.

Hace 7 años comenzó a entrenar boxeo, inicialmente como método anti estrés y, poco a poco se fue convirtiendo en una parte esencial de su día a día. En su carrera boxística en el campo amateur ha conseguido 3 bronces en campeonatos de España, finalizando la misma con un total de 22 combates.

En el campo profesional, durante el pasado año 2023, consiguió ser la primera boxeadora vallisoletana y castellano-leonesa en obtener dos títulos de carácter internacional: el WBC Mediterráneo en el peso mínimo, en el mes de junio, y el Campeonato de Europa del mismo peso unos meses después, en diciembre. Ha revalidado este título en marzo del presente 2024.

Actualmente, está a la espera de poder disputar un título mundial, ya en peso más acorde con sus características físicas como es el peso átomo, y espera que esta historia tenga unas cuantas líneas más por descubrir.



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