miércoles, 17 de mayo de 2023

PALABRAS EN EL HOMENAJE A JULIO, EL POLICÍA


El pasado viernes, 12 de mayo, tuvo lugar el acto institucional de homenaje a Julio César Merino Pérez promovido por el Ayuntamiento de Pedrajas, con el nombramiento de hijo predilecto del pueblo, concesión de la medalla de oro de la villa y colocación de un cartel por encima de la puerta grande de la Plaza de Toros anunciando que desde entonces el coso taurino llevaría su nombre.

Al escribir la crónica del citado acto, quedamos en que pasados unos días publicaríamos en esta sección las palabras que con tal motivo pronunciaron Alfonso Romo Martín, alcalde de Pedrajas, y Pablo Merino del Valle, hijo del homenajeado, en nombre de la familia. 

PALABRAS DE ALFONSO ROMO MARTÍN, 

ALCALDE DE PEDRAJAS

Queridísima familia de Julio, corporación municipal, pregonero, representantes de asociaciones locales, vecinos de Pedrajas y personas que habéis venido de fuera.

¡Qué difícil es hablar de forma institucional de una persona que ha sido un vecino, un compañero, un fuerte apoyo y finalmente un gran amigo!

Todo lo que se ha dicho y se dirá sobre Julio, son motivos suficientes para que se tomara la decisión de nombrar Hijo Predilecto de Pedrajas a Julio César Merino Pérez. Doy las gracias encarecidamente a toda la corporación municipal por haber tomado esta decisión por unanimidad.

Intentaré dar unas pinceladas de la relación institucional que tuve con Julio en los siete años que coincidimos. Mi relación personal es muy amplia y no tendría sentido comentarla en este acto. Ya comenté a su hijo lo que ha supuesto para mí este gran amigo que he perdido.

Todos los días a las 7.30 de la mañana me acercaba al Ayuntamiento y entraba en su despacho. Hacíamos un saludo muy cortés y formal: “Buenos días señor policía local” y él contestaba: “Buenos días señor alcalde”

Ese era el único momento que nos tratábamos de usted, luego el día transcurría de la forma más natural y directa.

En todos los años que he sido su alcalde, Julio nunca me ha faltado al respeto, siempre ha sabido qué papel teníamos cada uno. Y eso ha sido una tónica con todos los alcaldes que han tenido la suerte de conocerlo.

Alguna vez hemos discutido por puntos de vista diferentes en la gestión de ciertos eventos, actividades, incluso en el trato con los trabajadores. Yo me daba cuenta que se había enfadado porque él siempre entre amigos o a solas me llamaba Sillu, pero cuando ya se cabreaba me llamaba señor alcalde o Alfonso. Y ahí acababa la discusión.

El binomio (servicio a los demás = Julio) siempre será su seña de identidad. Todo el mundo decimos que Julio era más que un policía, sus labores iban más allá de su puesto de trabajo.

Pero yo también diría que la palabra ANTICIPACIÓN estaba muy presente en su persona.

Ocurría con frecuencia que me indicaba el problema que nos había surgido pero a continuación me decía:” No te preocupes ya está resuelto”

Era un auténtico profesional en la solución de todo tipo de problemas, siempre tuvo ese sexto sentido de anticiparse a las adversidades.

Gracias a la pandemia, fijaros lo que estoy diciendo, gracias a la pandemia tuve la suerte de compartir con él a solas muchos momentos de charlas, consejos, experiencias que me han servido para conocer mejor el Ayuntamiento. Julio conocía como nadie el día a día del Ayuntamiento.

En el primer mes de la pandemia, las únicas personas que veníamos al Ayuntamiento éramos Julio y un servidor. Fueron momentos muy complicados para ambos, todo era nuevo, tanto para él como para mí. Yo era el que revisaba y actualizaba diariamente la nueva normativa que nos llegaba del BOE y del BOCYL y él tenía que vigilar que se cumpliera.

De los siete años de alcalde que he compartido con Julio, sólo ha habido un momento en el que le vi hundido, fue el primer día del Estado de Alarma. Nos encontramos solos en el Ayuntamiento, sin saber qué hacer, cómo atender a los vecinos, cómo actuar… me dijo: “Esto en la vida pensé que nos iba a pasar. Es de locos”. Y es que esta vez no supo anticiparse a lo que iba a ocurrir.

Pero en esos duros primeros días también pasamos ratos buenos, al principio nos pusimos guantes de látex porque decían que era lo mejor, pero hablábamos sin distancia. Luego sin guantes de látex pero con una distancia de dos metros, luego con mascarilla de tela, luego con mascarilla quirúrgica, luego con mascarilla FFP2… Nos mirábamos y decíamos ¿qué se lleva esta semana de moda?

La temporada del año que más le gustaba a Julio era la del mes de Agosto porque eran las Fiestas. Mira que es el periodo del año que menos nos gusta a los alcaldes por la cantidad de eventos y responsabilidades que hay que preparar y asumir. Para Julio también era la época más ajetreada… Pero él era feliz viendo disfrutar a la gente… Y él también disfrutaba.

Su frase mítica en los días antes de las fiestas: “El día de la víspera hay que sacar tres novillos bien hermosos y con presencia, que den juego, que pillen a alguien pero que no sea grave y ya tenemos el éxito asegurado en fiestas”

Ninguno supo anticipar lo que iba a ocurrir con Julio. Es normal que estemos tristes, pero debemos estar agradecidos y contentos por haber compartido con Julio parte de su vida. Es un ejemplo a seguir por todos y es por ello este reconocimiento de Hijo Predilecto.

Permitidme que me salte el protocolo institucional y quiero que mis últimas palabras sean para recordar a un gran amigo: ¡Chulio! Sigue velando y cuidándonos desde allá arriba, yo me comprometo a cuidar de los tuyos aquí abajo. Un saludo, GALÁN.

PALABRAS DE PABLO MERINO DEL VALLE, 

EN REPRESENTACIÓN DE LA FAMILIA

Buenas tardes a todos:

Quería empezar dando las gracias a mis amigos y a la vez compañeros de equipo de gobierno ya no sólo por haber propuesto a pleno este nombramiento de Hijo predilecto a mi padre, sino también por la amistad tan grande que os unía con él. Así como también agradecer al resto de corporación municipal por haber apoyado con unanimidad dicha propuesta. 

Puedo decir con mucho orgullo, que este nombramiento que se le hace a mi padre hoy es más que merecido. Sé que allá donde esté ahora él, se sentirá muy agradecido, pero a la vez un tanto enfadado, porque como ya sabéis todos, a mi padre le gustaba trabajar y ayudar a los demás, pero siempre desde la sombra. Jamás ha presumido de lo que hacía, no le gustaba que le dieran importancia, así era él una persona que tenía un corazón que no le cabía en el pecho. 

Ha estado con muchas corporaciones y alcaldes a los cuales también quiero agradecer el trato que siempre han tenido con él. Con todos ellos ha dado el 200% y daba igual la hora que fuera o el día que fuera, que ahí estaba mi padre. Las 3 de la mañana y le tocaba apagar alarmas, los domingos por la tarde y tenía que coger un perro, mientras cenaba, le llamaban de la báscula y ahí iba él. Siempre con una sonrisa en la boca y haciendo todo lo que estaba en su mano para solucionar cualquier problema que tuviera cualquier vecino. 

No me quiero olvidar de todo el trato que ha tenido con sus compañeros de trabajo. Ha compartido con ellos una cantidad de momentos tanto laborales como personales que estoy seguro nunca olvidarán. También dar las gracias a sus compañeros de profesión, que con el homenaje realizado el año pasado hicisteis que mi padre viviera uno de los días más felices de su vida. 

Fuera de su trabajo, mi padre seguía trabajando por Pedrajas, y como ya sabéis ha fundado y ha pertenecido a varias Asociaciones dejando en todas ellas una huella imborrable. 

Una de sus debilidades eran los toros y siempre ha estado involucrado en todo lo que rodea a dicho mundo, tanto con el Ayuntamiento como con la Asociación. No ha habido empresa en Pedrajas que se haya librado de colaborar con el toro del cajón o el programa de fiestas. Él siempre lo daba todo por ver la plaza de toros llena de gente y con ese ambiente que sólo se vive en Pedrajas. 

Qué decir de la música. Era pasión lo que tenía por su banda, esa gran familia de la Asociación Musical Perindola. Gracias a ella, ha vivido momentos imborrables y ha podido conocer a gente formidable que más que compañeros, han sido grandes amigos. Sólo puedo estar infinitamente agradecido por haber podido compartir con él esta pasión y por haberme transmitido ese orgullo que sentía por su banda. Espero poder continuar su legado, aunque el listón me lo ha dejado en las nubes. 

Quería agradecer también a toda su pandilla de amigos por haber hecho que mi padre pasara tantos y buenos ratos. A mis amigos que a la vez también eran de él, hasta el punto de considerarles unos segundos hijos. 

Por supuesto, a toda mi familia, que siempre están ahí cuando más se necesitan, especialmente a mi madre, que siempre ha cuidado y ha querido tanto a mi padre como a mí. 

No he querido nombrar a nadie en particular, porque estoy seguro de que si me olvido de alguien, mi padre me habría echado una buena bronca. 

No quería terminar, sin dar las gracias a todo el pueblo de Pedrajas. Gracias de todo corazón por este nombramiento de hijo predilecto. Os puedo asegurar que allá donde esté, él seguirá amando Pedrajas, presumiendo de pueblo y se le seguirá llenando la boca de orgullo de decir que es pedrajero. 

Y estas gracias no son sólo por este nombramiento, sino que también mi familia y yo queremos reiterar nuestras palabras de agradecimiento por todo este cariño y apoyo que hemos recibido en los últimos meses. Ha sido increíble. He podido comprobar la grandeza de mi padre y que todos vosotros le queríais tanto como él os quería a vosotros. 

Gracias de todo corazón, de parte del que siempre será y muy orgulloso, el chico de Julio el Policía. 


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