Si ayer despedíamos a la Virgen de Sacedón, que regresaba a su ermita, hoy celebran los labradores la festividad de San Isidro, su patrón, con la mirada puesta en el cielo, anhelando la lluvia que tanto necesitan nuestros campos.
A las doce de la mañana ha comenzado la misa en honor del Santo, concelebrada por Domingo y Antonio, como podréis observar en las fotografías. Solo hemos estado presentes al final de la misma, cuando Víctor Manuel Sanz Arranz, “Garrapo”, ha declamado la poesía El puño de simiente, escrita en 1915 por nuestro paisano, el gran poeta cantor de Castilla, don César de Medina Bocos.
tomo un puño de grano,
y poniendo la mano
extendida a la altura de la frente,
a los granos de trigo
con sincera emoción, así les digo:
“Vais a ser en el surco derramados:
luego de los arados
el aguzado hierro,
rajando por mitad el duro cerro,
os dejará en el hoyo sepultados.
Bien podéis estar ciertos
que enterrados seréis, ¡pero no muertos!
Quien enciende del sol la viva llama
y en los campos derrama
la lluvia bendecida,
os dará nueva vida.
Para romper la costra del terruño
un tallo a cada grano de este puño
os ha de dar, agudo como lanza,
y verde; ¡del color de la esperanza!
¡Dios os bendiga como yo lo hago;
os libre del estrago
del hielo y el granizo destructores;
madure los verdores
con que habéis de alegrar la primavera.
y premie mis afanes y sudores
concediéndome veros, de la era
volver, ciento por uno, a mi panera.
¡Dios os bendiga como yo os bendigo!
que sois del hombre el natural sustento
y servís de alimento
lo mismo al rey que al último mendigo.
¡Bendito seas, trigo!
porque bajo tu cáscara dorada
quiso Dios concederte
que guardes la blancura inmaculada
que en la Hostia consagrada
en el Cuerpo de Cristo se convierte!”
Le dije de esta suerte,
y después de besarlo,
en el aire la cruz tracé al tirarlo
repartido en distintas direcciones;
y avanzando en el surco el pie derecho,
eché a andar, a lo largo del barbecho,
repartiendo a los lados bendiciones!
Finalizada la eucaristía, se ha salido en procesión con la imagen de San Isidro en torno a la iglesia, haciendo un alto al pie del esbelto mayo puesto por los quintos para rezar alguna oración y bendecir a los presentes y a los campos. Por delante, portando las varas con las insignias del Santo, representantes de la Junta Agropecuaria Local, presidida por José Antonio Pérez Rincón.
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