El próximo 28 de julio se cumplen diez años del atropello mortal de Sergio y Diego. Diez años en los que muchos hemos tenido la vana esperanza de que vuestra muerte haya servido para algo y haya evitado otras. Ojalá.
Diez años de muchos pensamientos buscando explicación a lo inexplicable. Diez años en los que cada homenaje y cada recuerdo parecía insuficiente. Diez años de lucha.
Diez años en los que los demás hemos continuado con nuestras vidas, con nuestros proyectos, con nuestros sueños y con nuestros pequeños problemas; porque en comparación, todos los problemas son pequeños.
Diez años en los que hemos llegado a sentirnos hasta culpables, porque el único “mérito” que tuvisteis para ser vosotros los atropellados fue disfrutar de vuestra ilusión y ser los más sanos y los más deportistas de todos.
Diez años en los que se nos ha cortado la respiración cada vez que veíamos a vuestros padres, a vuestras hermanas, a Isabel, a María o a vuestros sobrinos.
Diez años en los que cuando leíamos el atropello de otro ciclista se nos removían las entrañas. Diez años en los que no ha habido un encuentro entre amigos en el que no hayamos tenido la sensación de que faltaban sillas.
Diez años en los que no ha habido quedada de la Tropa donde inconscientemente no te pidiera el cuerpo enviaros un whatsapp para recordaros la hora y lugar. Diez años en los que hemos contado muchas veces lo orgullosos que estamos de ser vuestros amigos.
Diez años en los que os hemos echado mucho mucho de menos. Diez años en los que no os hemos olvidado. Diez años en los que allá donde estéis solamente os podemos decir OS QUEREMOS.
Garci
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