martes, 30 de marzo de 2021

QUERIDA TÍA TERE

Ayer, 29 de marzo, tu corazón se rindió para que pudieras descansar tranquila, aunque decir que se rindió, en tu caso, es un sinsentido, porque en ese cuerpo tan pequeñito, tu corazón latía fuerte para que pudieras hacer grandes cosas en tu vida.

Y las hiciste, has sido un ejemplo para nosotras tus sobrinas, pionera feminista sin pretenderlo, independiente y fuerte, demostraste que no hay que casarse para tener una familia que te quiera y ser feliz.

Estudiaste cuando para las mujeres no era nada fácil, y siempre buscando ayudar a los que más lo necesitaban elegiste ser maestra, enseñando a niños especiales.

Viajera incansable, has recorrido un buen trozo del mundo. Mi padre decía a menudo, ¡dónde irá mi hermana otra vez, que no para quieta!

Y tampoco parabas en casa, siempre de visitas, por eso, tía, has dejado tantas amistades, muchos amigos que te quieren y que hoy te lloran con nosotros. 

Aunque seguramente para ti tu mayor logro fue ser madre de acogida de una niña, hoy una mujer adulta, para la que fueron tus desvelos y tu amor como madre.

¡Qué vida tan completa, disfrutaste intensamente, qué mujer tan interesante has sido! Tu partida deja una falta muy grande en tu familia, una familia que tal como tú la entendías no son solo tus hermanos y sobrinos, incluye a tus primos, los hijos de tus primos y los nietos de tus primos, para ti la familia era eso, todos.

Mi recuerdo favorito de la niñez son las clases que nos dabas en verano a los primos y a algunos niños del barrio, todo risas y travesuras y juegos. Gracias por este recuerdo y por algunos más que me has dado y me reservo para mí sola.

De ti he heredado el sentido de la justicia y una practicidad cartesiana, gracias a Dios. Me inculcaste el gusto por la lectura y la escritura. Gracias tía, por tus poesías, regaladas en los momentos más difíciles.

¡Qué gran mujer has sido, ejemplo a seguir, maestra, madre, hermana, amiga, viajera, valiente, compasiva, luchadora, pregonera de las fiestas, artista y poetisa... Por eso quiero rendirte un pequeño homenaje y despedirme dándote las gracias por todo lo que nos diste, una parte de la mujer que soy la heredé de ti. 

Aquí te están esperando tus campos, tu monte, tu río, el aire en primavera y los cielos azules de tu pueblo querido. Aquí perteneces, este era y es tu lugar en el mundo.

Estarás siempre en nuestro pensamiento, tía querida.

Buen viaje. 

D.E.P.

Nuria


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