El fallecimiento de Lucía nos parece un momento apropiado para recordar algunos de los aspectos de su participación en la vida religiosa de nuestro pueblo a lo largo de su vida.
CAMARERA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO
En primer lugar, su servicio como camarera de la Virgen del Rosario, en compañía de su hermana Rosario, custodiando los vestidos, el rosario, coronas y otros bienes de la imagen. Además, encargándose de vestirla para las celebraciones propias de la Semana Santa: Procesiones de la Soledad y del Encuentro, esta última en la que se desprende de su manto negro de luto para lucir debajo el manto blanco de la Resurrección.
El desempeño de este oficio de camarera lo heredaron de su madre, Delfina Cerracín de Rueda, y esta de la suya, Petra de Rueda Lozano.
Precisamente, el pasado 25 de noviembre de 2024, Lucía, con harto dolor de su corazón, dejó de desempeñar el cargo de camarera de la Virgen del Rosario, entregando todos los bienes de la imagen a las tres mujeres que se han comprometido a servir el cargo en el futuro: María Luisa Sanz Plaza, María José Cisneros Morejón y María del Carmen Martín Caballero. La primera de ellas será la encargada de custodiarlos.
Era intención de nuestra parroquia celebrar un sencillo acto de homenaje a Lucía por la labor que ha desempeñado como tal camarera durante tantos, extensivo a toda la familia Cerracín y Rueda. Lo inesperado de su muerte ha impedido que se realizara en vida y queda pendiente su realización para un futuro próximo.
ALTAR EN EL DÍA DEL CORPUS CHRISTI
Otro rasgo de devoción en Lucía ha sido la instalación de un altar en la calle el día de la celebración del Corpus Christi, mientras sus fuerzas se lo han permitido. En esta labor ha recibido siempre la ayuda de su familia y de otras vecinas y vecinos del pueblo, como podéis observar en las fotografías adjuntas, de estos últimos años.
HERMANA DE LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
El día del Corpus del año 2007 Lucía ingresó en la cofradía del Santísimo Sacramento, por eso mañana acudirán a su entierro el mayordomo y dos diputados con sus correspondientes varas. También recordamos a Lucía cantando emocionada estos últimos años la canción Perdón, oh Dios mío en la procesión de la Soledad del Sábado Santo en la tarde.
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