HOMENAJE
DE LA ASOCIACIÓN DE JUBILADOS "RÍO ERESMA"
El pasado sábado, 25 de enero, la Asociación de Jubilados "Río Eresma" dedicó un homenaje a los socios de mayor de edad, como mujer, la señora Elena Galán García, como hombre el señor Ángel Concejo Husillos.
Además de entregarles una placa conmemorativa y un ramo de flores, se leyó un breve relato de sus vidas, acompañado con una proyección de imágenes representativas de su trayectoria vital. Para aquellos que no estuvisteis presentes en el acto, los publicamos en esta sección de Pedrajas.net, comenzando hoy por la señora Elena, de 93 años de edad.
ELENA GALÁN GARCÍA
Nací en el pueblecito de Puras, cerca de Olmedo, el día 18 de agosto de 1931. Mi padre se llamaba Francisco Galán Segovia y era natural de Coca. Mi madre, Valeriana García Cabrero, nació cerca de allí, en Santiuste de San Juan Bautista. Tuve cuatro hermanos: Segismundo, Félix, Santos y Frutos. Mi padre trabajaba de peón caminero en las carreteras de esa zona: Fuente de Santa Cruz, Montejo, San Cristóbal de la Vega…
En Puras pasé los primeros años de mi vida, feliz, con mis padres y hermanos. No éramos ricos, pero hambre no pasamos en aquellos tiempos tan difíciles. Cuando tenía quince años me fui a servir a Madrid, unos cinco o seis años. A la vuelta, nos marchamos toda la familia a vivir a Íscar, mi padre a trabajar en una finca de Castor, a la entrada del pueblo. Al cabo de tres años, nos asentamos en Pedrajas, y hasta ahora. Nuestra casa estaba en la plazuela de la calle del Hospital, cerca de la iglesia.
Antes de casarme trabajé en el campo, a escardar. También, picando achicoria en el secadero de Bonifacio Cabrejas, entre la calle Real Vieja y la Ronda de Santa Ana, junto con Paulita la Garrapa.
El 28 de junio de 1958, el año de la Coronación de la Virgen de Sacedón, me casé con Cecilio Morales Merino, hijo de Juan y Juliana, llamada la Bañera, porque dicen que si era de Venta de Baños. El gasto lo hicimos en casa de mi suegra, aunque no lo celebramos mucho, porque el mes anterior se había muerto mi suegro, Juan Morales, que había nacido en Remondo. Fruto de este matrimonio nacieron nuestros tres hijos: María Olaya, Juan Carlos y María Elena.
Cecilio trabajaba en Pedrajas de obrero, en la yesera, en el campo, en las piñas o en el secadero de achicoria. Hasta que decidió irse a trabajar al extranjero, como otros muchos del pueblo, con todos los papeles arreglados. Primero estuvo en Suiza y luego en Francia, donde nos reunimos con él mi hija María Olaya, con unos añitos, y yo. En Francia, en la ciudad de Clermont-Ferrand, nació Juan Carlos, el día de Reyes del año 1964.
Pasamos allí unos cinco años y regresamos a Pedrajas, Cecilio a sus trabajos de siempre y yo a cuidar de la casa y a mondar, que he sido mondadora muchos años para los Chirumbas, Mariano Correa, Angelillo y otros. Nuestra casa está al principio de la calle Humilladero. Se la compramos a una señora llamada Ángeles, hermana del Obispo. De tantas vecinas como éramos, ya solo quedo yo. Hemos pasado muchos ratos sentadas a las puertas de las casas, en el buen tiempo. Los domingos salíamos al local de los jubilados, a echar una partida a las cartas, con mis vecinas Juanita Romo y Paca Fraile, también con Loli Lozano y Angelines, la del Palomar.
Cecilio murió hace ya 33 años, el 15 de diciembre de 1991, a los 63 años de edad. De María Olaya, que vive en Santa Cruz de Tenerife, tengo dos nietas y cuatro bisnietos. De María Elena, un nieto llamado Marco.
A mis 93 años, tengo muchos dolores todos los días, estoy muy zurrada, muy trabajada. Es artrosis y no se va tan fácil. Salgo a pasear por el barrio casi todos los días, aunque haga frío. Me lo ha dicho el médico: Tienes que andar, cuanto más, mejor. Creo que he sido y soy querida en Pedrajas. Todos los días me vienen los chicos con recuerdos para mí de mucha gente.
Quiero acabar dando las gracias a la Asociación de Jubilados, especialmente a la Junta directiva, por este emotivo homenaje que nos dedicáis como socios de mayor edad.
IMÁGENES DE SU VIDA
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