Esta mañana, a las siete y media, me he levantado a abrir el bar para que se airease bien y me he encontrado con la agradable sorpresa de ver a la puerta una torre de cinco sillas y una mesa al lado, con una pequeña nota escrita en un papel arrancado en un cuaderno expresando su arrepentimiento y pidiendo disculpas por las molestias causadas.
Me ha hecho tanta ilusión y tanta gracia el detalle del papel, con las palabras en él escritas, que quiero decirles a esos jóvenes que me alegro de que al final hayan reflexionado y tomado la mejor decisión: devolver lo que se habían llevado, pienso que sin mala intención. Cuando os haga falta algo, pedidlo, que si está en nuestra mano os lo daremos.
Cafetería Santy
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