Con un tiempo muy agradable −ni frío ni calor, el sol levemente velado tras las nubes− las quintas y los quintos de Pedrajas volvieron a correr las cintas el martes de carnaval, como manda la tradición. Lo mismo que el año anterior, mucha gente contemplando el espectáculo. Treinta y seis −nos han dicho− fueron los jóvenes participantes, nacidos en el año 2005, que alcanzarán, por lo tanto, la mayoría de edad a lo largo de este 2023.
Poco antes de la hora anunciada, todo eran preparativos en el solar situado entre la avenida de España y las calles tituladas de las Huertas y el Alamar, lugar donde se suele instalar el ferial durante las fiestas de San Agustín. En primer lugar, había que adornar para la ocasión a los doce burros llegados desde Toro, alquilados por unas horas, a un determinado precio. Luego, era necesario montarlos un rato, para ir acostumbrándose a la tarea, tanto las caballerías como los jinetes.
Mientras se llevaban a cabo dichos preparativos llegaron los participantes en el desfile de disfraces por la calle, organizado por el Ayuntamiento y el AMPA “Miguel Delibes”, que saliendo del Centro de Cultura pasó por la residencia de la tercera edad “Hogar Betania”. Por delante, amenizando el espectáculo, música enlatada en un remolque arrastrado por un coche. Nada más llegar, se ofreció un psicolabis a todos los participantes.
Enseguida se presentaron los empleados del Ayuntamiento con las tres cestas preparadas para la ocasión: la primera, llevando las cintas los colores de la bandera de Pedrajas, amarillo y verde; la segunda, con cintas de color rojo y gualda, representando a la bandera de España; la tercera, con cintas cintas de todos los colores. Los quintos y las quintas, muy bien ataviados, con sus pantalones blancos y sus chalecos de color negro.
Sujeta a una gruesa soga la primera de las cestas, comenzó el ritual de pasar a la carrera por debajo, tratando de introducir el tenedor de madera en alguna de las anillas cosidas al borde de las cintas de colores. O si no, golpearlas hasta hacerlas caer. También, en última instancia, intentar agarrarlas con la mano.
Igual que otros años, ha faltado orden en el ir pasando por debajo de las cestas. Las cintas han durado muy poco, por ser muchos los participantes y por haberse arrancado de golpe, varias veces, un buen puñado. Y los espectadores, ya se sabe, pidiendo y pidiendo a los quintos que les dieran alguna como recuerdo.
Acabada la carrera, también antes de ella, ya se sabe, fotos y más fotos, con familiares, con amigos… y con los burros, que han vuelto a portarse bien este año. Y como pasa siempre, nos ha costado que posaran para fotografiarlos a todos juntos. Al final, no hemos sacar la fotografía de todas las chicas juntas, esa que solemos emplear para anunciar los nombres de las reinas de las fiestas del año.
En cualquier caso, que vivan los quintos y las quintas del 23. ¡Suerte en la vida!
LA CELEBRACIÓN EN IMÁGENES
No hay comentarios:
Publicar un comentario