Victoriano Cabrejas Martín “Cuqui” (1933) y Pilar Sanz Martín (1936) celebran hoy 60 años casados. Una historia de largo recorrido, pues previamente habían estado 5 años de noviazgo. Su boda se celebró, tal día como hoy, en la iglesia de Pedrajas de San Esteban el 29 de diciembre de 1961, siendo los padrinos Quintín Martín Arranz, tío del novio, y Casilda Sanz Martín, hermana de la novia, y el sacerdote que les casó Don Julio.
Entonces no era extraño darse el sí quiero en invierno, cuando la campaña de la remolacha y la achicoria habían finalizado. Como es habitual en esta época, fue un día frío y lluvioso. A primera hora de la mañana, el padre de la novia, Severiano Sanz Viloria “Cojo Viloria”, tuvo que esparcir dos carros de arena en las calles que llevaban desde su casa hasta la iglesia, para acondicionar el recorrido y evitar que la novia y su comitiva fueran pisando charcos y barro. Tras la ceremonia, acompañados por más de 100 invitados, celebraron el banquete (refresco, sopa de pescado, pollo guisado y tarta) en la sala de fiestas de Germán Román, que entonces ya era conocida como Amgocaf.
Unos días en Zaragoza, Tudela (en Navarra) y Madrid fue la corta luna de miel de los novios, pues el día de Reyes ya estaban de regreso en Pedrajas. Tras unos años viviendo en Pedrajas, donde nació su hija Clara, el trabajo les llevó a vivir a Matapozuelos, donde nacieron Rodri y Carlos, a Getafe (Madrid) y, desde 1973, a Valladolid, donde nació el pequeño de los hijos, Raúl, y donde viven parte del año, pues al menos los tres meses de verano suelen disfrutar de su casa y patio en Pedrajas.
La familia ha ido creciendo con yerno y nueras y nueve nietos, con los que frecuentemente comparten el momento de mayor felicidad de Victoriano y Pilar: las reuniones y celebraciones de toda la familia unida. Para nosotros han sido, y son, ejemplo de esfuerzo, sacrificio y superación, así como de buen talante, optimismo y sentido del humor.
Y su mejor legado es que la felicidad no reside en tener mucho, sino en la generosidad y la actitud de compartir lo que se tiene con amigos y familiares. Hoy, un día grande y muy especial, todos nosotros queremos compartir con Pedrajas la alegría de esta celebración de las bodas de diamante de Victoriano y Pilar, que llevan siempre a su pueblo y a la Virgen de Sacedón en el corazón, con unas fotos de recuerdo del día de su boda y también con algunas fotos reciente suyas y de la familia. Y os invitamos a brindar con nosotros porque nuestros padres continúen compartiendo muchos amaneceres y disfrutando con salud de su familia y de su pueblo querido.
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