Hoy, domingo, 9 de agosto, había campeonato local de tiro al plato en el arenero situado detrás de la cuesta del Burro. Pasadas las nueve y media de la mañana empezaban a oírse los disparos de las escopetas.
Con nuestra bici de montaña, cámara de fotos colgada del cuello, hemos tomado el camino del Monte desde la calle del Humilladero. Nos encontramos con tres caminantes –Javier, Ángel y César-, que regresan al pueblo antes de que el calor empiece a apretar. ¡Una foto!
Al pasar junto al pilón en el que bebe agua el ganado del pueblo, saludamos al señor Blas Pérez, unos de los dos pastores que aún quedan en Pedrajas, procurando que sus ovejas sacien la sed.
En lo alto de la cuesta de la Silla, a la izquierda del camino de Mojados, están los galgueros del pueblo entrenando a sus galgos haciéndolos correr por un extenso rastrojo, detrás de unos trapos que simulan liebres, arrastrados por un dispositivo enganchado a la toma de fuerza de una furgoneta. ¡Ya estamos acabando, llevamos aquí desde primeras horas de la mañana! ¡Tenías que haber venido antes!–nos dicen.
Después de cruzar con ellos unas palabras sobre el mundo de los galgos, al que tanta devoción profesan, nos dirigimos por detrás de la cuesta, por el mismo rastrojo, hasta el lugar en que están tirando al plato, el límite de un antiguo arenero con tierras de cultivo y las últimas viñas existentes en nuestro término.
Una máquina, oculta detrás de una carcasa, lanza al aire los platos, unos platos fabricados con arena de sílice y asfalto comprimido, unos platos ecológicos, que se desintegran en poco tiempo sin dejar rastro, nos indica un señor sentado en una silla, miembro de la Federación de Tiro Olímpico de Castilla y León, Sección de plato, Delegación de Valladolid, que se encarga de supervisar la tirada.
Saludamos a Juan Pablo Fadrique, del Polígono de Tiro al Plato de Matapozuelos, que se encarga de organizar la prueba. Natural de Mojados, vive en Vallelado y trabaja de resinero. En la comida que organiza el Ayuntamiento de Vallelado junto al río Cega, el último día de las fiestas, siempre nos invita, a mi amigo Ángel Fraile y a mí, a probar los exquisitos licores de hierbas que él mismo preparar todos los años. Nunca nos había comentado que se dedicara a esto del tiro al plato.
Nos dice que se han inscrito 27 tiradores, incluidos dos de fuera de la localidad, invitados a participar, aunque fuera de concurso. En series de seis tiradores, cada uno disparará a 20 platos, un máximo de dos tiros cada vez. Entre los invitados forasteros, Miguel Muñoz Sanz, un joven de Chañe, hijo de Goyo, el de la señora Flores, de nuestro pueblo.
En el medio de la prueba, un pequeño aperitivo para participantes y espectadores.
Finalizadas todas las series, se ha producido un empate a 18 platos entre José Luis Leonardo y Óscar Mendoza. Es necesaria una nueva tirada de 20 platos, en la que el primero supera al segundo en un solo plato, 17 contra 16. Únicamente queda la entrega de premios a los ganadores por parte del alcalde de nuestra villa, Alfonso Romo: un jamón, para el primer clasificado; un queso, para el segundo; embutido ibérico, para 3º, 4º y 5º.
CLASIFICACIÓN
1º. José Luis Leonardo, 18 platos (17 en desempate).
2º. Óscar Mendoza, 18 platos (16 en desempate).
3º. David Herrero (17 platos).
4º. Roberto García (16 platos).
5º. Juan Manuel Galván (15 platos)
Miguel Muñoz, de Chañe, invitado de fuera, con los dos primeros clasificados.
José Luis Leonardo y Óscar Mendoza, 1º y 2º clasificados.
Los cinco primeros clasificados locales con el alcalde de Pedrajas.
Juan Manuel Galván, 5º clasificado.
Roberto García Domínguez, 4º clasificado.
David Herrero, 3º clasificado.
Óscar Mendoza, 2º clasificado.
José Luis Leonardo, primer clasificado.
Todos juntos.
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