Eran las siete menos diez de la mañana cuando las campanas de la iglesia han comenzado a tocar al vuelo anunciando al pueblo que Nuestra Señora de Sacedón iba a salir en procesión por las calles, rezándole el rosario. El día clareaba. Las cigúeñas, que este año sí que han anidado en lo alto de la torre, tan tranquilas, están ya acostumbradas.
Poco a poco, de uno y otro lado, ha ido llegando la gente, mujeres en su mayoría, con el paraguas en la mano por si se ponía a llover. No han hecho falta. Pasadas ya las siete la procesión ha partido del templo en dirección al barrio de San José, junto al Centro de Cultura, siguiendo un itinerario determinado por el mayordomo, Juan José Sanz Morejón.
En el rezo de los misterios del rosario se han ido turnando algunas mujeres, deteniéndose la marcha a la puerta de algunas casas en las que esperaban sus moradores, en general, personas ya mayores, muy emocionadas con tan honrada visita. Pilar Colado ha recitado unos versos y cantado una canción dedicada a Nuestra Señora. Las viviendas visitadas se encontraban adornadas con reposteros de la Virgen, flores y otros detalles. A los pies de la Imagen, en sus andas, se han ido poniendo ramos de flores que se le iban ofreciendo.
Por las fotografías que publicaremos podréis conocer el camino seguido y los hogares visitados. El último ha sido a la misma puerta de la iglesia, enfrente de la casa de la señora Teresa Sanz, ya fallecida, recordando los servicios que prestó a la parroquia custodiando las llaves.
Acabada la procesión, a eso de las ocho y media de la mañana, el mayordomo ha ofrecido unos exquisitos empiñonados y vino dulce. Y Pili Salamanca ha llevado un par de botellas pequeñas de anís, al estilo de Andalucía, donde ella lo vio hacer. Naturalmente, se ha echado de menos el chocolate que solía preparar Jesús Velasco Vicente ´CAMI´, que se encuentra convaleciente y no ha podido hacerlo. Deseamos que el año que viene pueda volver a acompañarnos.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
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