La lluvia que cayó sobre Pedrajas ayer sábado, por la mañana, deslució el tradicional paseo que por las calles del pueblo dieron los caballos y carrozas asistentes a la romería flamenca del Lerele, desde la quesería La Cruz del Pobre hasta la ermita de Sacedón. Por ese motivo, no se detuvo la caravana a medio camino, para descansar y tomar un aperitivo, como estaba anunciado en el programa y suele hacerse todos los años.
Después, la lluvia paró y fue llegando más gente al entorno de Sacedón, situándose en los corros, junto al bar y en la pradera del santuario, donde se ultimaban los preparativos para la misa y el grupo Quitasueño, llegado desde Huelva capital, ponía a tono sus instrumentos y sus voces, para solemnizar la celebración con sus cantos rocieros. El altar se situó al amparo del pórtico y enfrente, en la pradera se colocaron cuatro bancos de madera, lo mismo que el día de Sacedón.
Comenzó don Domingo transmitiendo el agradecimiento de la organización del Lerele a todos aquellos caballistas que se habían decidido a acudir a la romería a pesar de que el tiempo no estaba acompañando. Al menos -añadió nuestro párroco- con el agua caída no se iba a levantar polvo este año. En las lecturas, peticiones y ofrendas participaron varias mujeres.
Igual que el día anterior, viernes, por la noche, en el pregón de apertura de la romería, se recordó y rogó por Andrés Velasco Arias, miembro de la Asociación, fallecido el pasado 10 de abril. También se colocó la medalla del Lerele a una niña de tierna edad llamada Alejandra. Acabada la misa, se bailaron sevillanas en la pradera, delante del altar. Y volvió a llover, un poquito. Esto es todo lo que podemos contar sobre el Lerele de este año, por haberlo presenciado.
GALERÍA DE FOTOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario