El 29 de octubre del año pasado, se pintaba un nuevo paso de peatones sobre el asfalto de la carretera de Alcazarén, en el tramo comprendido entre las calles Humilladero y Consistorio. Transcurridos casi tres meses, todavía no se han colocado las correspondientes señales verticales, que pensamos serán obligatorias.
Fotografía del paso de peatones tomada el día en que se pintó.
Si nos aventuramos a utilizar este paso, confiados en nuestra preferencia, los peatones corremos un serio peligro de ser atropellados, porque los conductores de los vehículos tal vez no se den cuenta de la existencia del paso hasta hallarse a escasa distancia del mismo, sin tiempo ya para reaccionar. De noche o en días con niebla, tan habituales en invierno, el riesgo es mucho mayor.
Los organismos que tengan competencia en este asunto deberán valorar la situación a fin de adoptar las medidas necesarias para evitar daños que nadie desea causar y menos recibir.
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