EL PUPITRE
Cecilio Vadillo
LÁGRIMAS POR LA CULTURA
Para Cicerón la cultura era cuidar la mente y el espíritu, como uno de los ideales más alto para el desarrollo humano. La cultura forma parte de la esencia del ser humano y de su necesidad de crear y representar sus vivencias, sus emociones, sus sentimientos desde diferentes espacios creativos. La cultura se mantiene en el tiempo y nos enriquece, contribuyendo a nuestra formación y aprendizaje, ofreciendo múltiples posibilidades de cara al futuro y abriendo nuestra mente a un universo ilimitado.
Es innegable que en Pedrajas, el Ayuntamiento socialista ha hecho una apuesta muy clara por la cultura, el teatro, la música y la literatura; convirtiendo a Pedrajas en uno de los referentes culturales más importantes de la provincia. La pintura, la escultura, la música, la literatura nos ayudan a ponernos en la piel de los “otros”, a ver e interpretar la realidad bajo todas sus formas, alejándonos de verdades absolutas, incluso de nuestra propia verdad, enseñándonos a respetar la diferencia.
El placer de la cultura forma parte de los pueblos sensibles con su entorno, con la belleza y, por lo tanto, también con las personas, con los seres humanos. Qué afortunados en Pedrajas de que escultores y pintores puedan exponer en la magnífica sala de exposiciones descubriéndonos su sensibilidad más íntima, o que los escritores nos cuenten sus historias para que los demás podamos crear las nuestras. Qué tristeza cuando he visto que en su programa electoral el PP propone suprimir la sala de exposiciones para hacer actividades de yoga, pilates, clases de baile…. ¡Qué miedo dan los puntos suspensivos! Para el PP de Pedrajas, la cultura debe ser algo superficial que aporta pocos votos, o un privilegio que no merecen los ciudadanos, olvidando, que si a un pueblo le quitan la cultura, también le quitan la libertad.
No puedo olvidar los que luchamos los socialistas para conseguir la Casa de la Cultura, hoy referencia y espacio esencial en la vida cultural y cotidiana de nuestro municipio. Da mucha pena sentir que los logros alcanzados por todos a lo largo de estos años, puedan desaparecer fruto de un impulso electoralista. Seguro que los ciudadanos no les darán la oportunidad de hacerlo; pero si esto ocurriera, deberíamos encadenar nuestras lágrimas por la cultura en la sala de exposiciones, por todos los que ya no puedan exponer, y por todos los que no puedan disfrutar de las exposiciones.
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