Blog Pedrajas.net: SANTA MARÍA DEL PINO, UN MONASTERIO AGUSTINO EN MATA DE CUÉLLAR

Este es el título del libro que acabo de publicar, después de superar muchas dificultades debido a las circunstancias que estamos viviendo. Su redacción estaba finalizada a finales del mes de diciembre pasado. Después, las tareas de diseño, maquetación e impresión, realizadas en la imprenta Rosa, de Carbonero el Mayor (Segovia), se vieron continuamente retrasadas por la situación en que todavía nos encontramos.

Finalmente, el pasado lunes, los ejemplares llegaron a Pedrajas. Mi intención era realizar la presentación del libro primeramente en Mata de Cuéllar y luego en la villa de Cuéllar, los pueblos que más relación tuvieron con el citado convento, del que solamente queda un palomar tradicional, rodeado de pinar. Sin embargo, con el fin de evitar posibles contagios, he decidido aplazar dichas presentaciones, esperando mejores tiempos.

A pesar de estos aplazamientos, la obra comenzará a ser distribuida el próximo viernes, 28 de agosto, de 18:00 a 21:00 horas, en el Ayuntamiento de Mata de Cuéllar, coincidiendo con la festividad de San Agustín, día en que el monasterio celebraba su fiesta principal.

El libro relata la historia de un monasterio de la orden de San Agustín fundado en el año 1406 por los nobles cuellaranos Alfonso García de León y Urraca García de Tapia, en la ermita de Santa María del Pino, situada en medio de un pinar del término de Mata de Cuéllar, en las cercanías del río Cega. Su desaparición definitiva tuvo lugar en el año 1835 como consecuencia del proceso desamortizador emprendido por el gobierno liberal de la época.

La influencia espiritual de los religiosos agustinos del Pino se manifestó de diversas maneras en los pueblos de la comarca de Tierra de Pinares. En Pedrajas, probablemente influyera en la fundación de la cofradía de San Agustín, de las más importantes de nuestro pueblo, cuya festividad elegimos a finales del siglo XIX para celebrar nuestra función popular, ya que por San Esteban, el patrón principal del pueblo, las faenas de la recolección de las mieses y la extracción del piñón se encontraban aún en pleno apogeo.

INTRODUCCIÓN DEL LIBRO

Donato Santos Chicote, nuestro abuelo materno, nació en Mata de Cuéllar, el 12 de diciembre de 1889. Siendo joven, en los primeros años del siglo XX, trabajó en las obras de construcción de la central eléctrica del molino del Pino. Una vez concluidas, le ofrecieron quedarse al cuidado de las máquinas, pero sólo permaneció un mes, ya que su madre le quitó la idea de la cabeza porque era considerado un trabajo muy peligroso. A los dieciséis años se puso a servir en casa de un pariente llamado Justo Sancho Muñoz, guarda del pinar del Convento. Diez años después, en junio de 1915, recién casado con Jesusa Muñoz Esteban, volvió a trabajar en la central del Pino durante cuatro años, hasta que la familia se vino a vivir a Pedrajas de San Esteban. De estas vivencias y de otras muchas, relacionadas con su lugar de nacimiento, le oímos hablar con frecuencia siendo niños. Más adelante, las puso por escrito en la Memoria de su vida y finalmente fueron publicadas en el libro Santos: Historia de una familia castellana. Donato Santos Chicote: Su vida, sus escritos, su familia.

Nuestra dedicación al estudio de la historia de la villa de Íscar y pueblos de su Tierra facilitó el hallazgo, en diferentes archivos, de numerosa documentación relacionada con el convento del Pino, especialmente en los protocolos notariales de los escribanos de Íscar, a los que acudieron con frecuencia los religiosos agustinos del Pino no sólo por su cercanía, también por ser dicha villa un lugar neutral en los pleitos que el monasterio mantuvo con la villa de Cuéllar. Entre esos documentos, conviene destacar el hallazgo de una copia o traslado de la fundación del monasterio por Alonso García de León en el año 1406, junto con otros documentos de gran antigüedad e interés.

La estancia como maestro de educación primaria en San Cristóbal de Cuéllar nos hizo frecuentar con mayor asiduidad el pueblo de Mata de Cuéllar: la pesquera, el molino, el puente, el lugar donde estuvo situado el convento del Pino. La investigación del libro Historia de Vallelado, Tierra de Cuéllar, en compañía de nuestro buen amigo Ángel Fraile de Pablo, contribuyó al hallazgo de nueva documentación, sobre todo en los archivos cuellaranos, de una gran riqueza.

Un último impulso, tal vez el definitivo, para emprender la empresa de escribir este libro se debió al padre Fernando Campo del Pozo, de la orden de San Agustín e historiador, en aquel tiempo residiendo en Medina del Campo. Le hablamos del convento del Pino, le mostramos el solitario paraje pinariego donde estuvo situado, le avanzamos algunos de los hallazgos… Él nos animó, una y otra vez, a publicar su historia, al menos el documento fundacional antes reseñado. Así lo decidimos finalmente. Estando la obra próxima a su conclusión, nos llegó la triste noticia de su fallecimiento en Zaragoza, el pasado mes de mayo, sin darnos tiempo a rogarle que escribiese el prólogo del libro, como teníamos previsto en secreto.

El estudio pormenorizado de algunos libros de recibo, gasto y granos del monasterio, conservados en el Archivo Histórico Nacional y en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, nos ha permitido conocer numerosos aspectos del modo de vida no sólo de la comunidad religiosa del Pino, también de las gentes de Mata de Cuéllar, en los periodos de tiempo que abarcan. Lo mismo puede afirmarse de las diligencias y probanzas practicadas con motivo de los pleitos que en la segunda mitad del siglo XVIII promovió don Marcos Muñoz Toledano, cura de la Mata, contra el convento del Pino.

En el momento de presentar esta historia, deseamos expresar nuestro agradecimiento a numerosas personas e instituciones por la ayuda prestada en su realización. En primer lugar, al padre Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, de la orden de san Agustín, doctor en Historia, especializado, entre otros temas, en investigar el pasado de su congregación, por escribir el prólogo de la obra, valorándola de una manera tan positiva como generosa. Al obispado de Segovia por su autorización para fotografiar y reproducir documentos y fotografías de archivos e iglesias de la diócesis. En Mata de Cuéllar, a don Germán Huayaney Toledo, cura párroco, por las facilidades que nos dio en la consulta de los fondos del archivo de la iglesia, labor en la que siempre nos acompañó la señora Remedios Acuñas Notario; por la misma razón, en relación con el archivo municipal, a toda la corporación municipal, presidida por su alcalde, don Lorenzo Gómez Esteban; finalmente, a numerosos vecinos del pueblo, que una y otra vez nos atendieron amablemente en cuantas cuestiones les fuimos planteando: citarlos a todos sería muy extenso y correríamos el riesgo de olvidarnos de alguno. Indicar, a modo de presentación, que éramos nietos del señor Donato Santos Chicote, nos ha abierto siempre las puertas de sus casas.

Nuestra labor en los archivos históricos nacionales, provinciales, diocesanos y municipales ha contado siempre con la amabilidad y excelente disposición del personal que trabaja en ellos. A Javier Baladrón Alonso, doctor en Historia del Arte, le damos las gracias por asesorarnos en el estudio de las imágenes conservadas en la iglesia de Mata, procedentes posiblemente del monasterio del Pino. No podemos finalizar esta cadena de agradecimientos sin destacar la permanente colaboración de nuestro buen amigo Felipe Rodríguez Martínez, historiador de Villa y Tierra de Coca, con quien compartimos inquietudes y experiencias en cuantas investigaciones emprendemos.

A pesar de nuestros desvelos, en este libro quedan sin resolver cuestiones significativas que tal vez algún día encuentren solución. En cualquier caso, el hallazgo de nuevas fuentes documentales y el estudio en profundidad de otras ya conocidas, permitirá ampliar en el futuro el conocimiento de la historia del monasterio de Nuestra Señora de Gracia del Pino.

Carlos Arranz Santos. Pedrajas de San Esteban, 3 de noviembre de 2019.