El buen tiempo está caracterizando los actos propios de la Semana Santa en nuestra villa. Ayer, Viernes Santo, a las ocho de la tarde, salieron en procesión por las calles del pueblo las imágenes de Cristo atado a la columna (año 1711), Cristo crucificado (posiblemente el antiguo Cristo del Humilladero) y Nuestra Señora del Rosario. Por primera vez ha participado en esta procesión la hermandad de Nuestra Señora de Sacedón, vestidos sus hermanos con hábito blanco y manto azul.
Viernes Santo. Vela al Santísimo Sacramento por la cofradía de su nombre.
Procesión del Viernes Santo.
Hoy, Sábado Santo, a las cinco de la tarde, con mucho calor para la época en que estamos, ha recorrido las calles la procesión de la Soledad, encabezada por la Banda de Música de Pedrajas. Seguidamente, como en los dos años anteriores, los niños de la hermandad de Nuestra Señora de Sacedón, con sus hábitos. Por detrás, la imagen de la Virgen del Rosario, vistiendo manto negro, a hombros de las mujeres de la hermandad de Nuestra Señora de Sacedón. Acompañando a la Virgen, varias mujeres vestidas de negro, con mantillas y peinetas. Lo mismo que las reinas de las fiestas, que junto a don Domingo y la corporación municipal cerraban la procesión. El itinerario seguido ha sido la calle y la ronda de Santa Ana, la carretera de Alcazarén, la calle del Toril, la Plaza Mayor, la calle Real Nueva y la Plazuela de San Agustín.
La procesión se ha detenido en algunos lugares para rezar oraciones y cantar algunas canciones tradicionales de Semana Santa. En la Plaza Mayor ha interpretado magistralmente una de ellas la señora Lucía Domínguez Cerracín. Ya anocheciendo, a las nueve, ha tenido lugar la vigilia de la Resurrección del Señor.
¡Vaya susto!
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