SÁBADO, TARDE Y NOCHE
Ayer, sábado, por la tarde, se celebró la primera novillada del certamen taurino “El Piñón de España”, que un aficionado me resumió certeramente en una frase: “Mucho toro, para poco torero.” Al parecer, los novilleros no dieron la talla.
Por la noche, poco después de las doce, se soltó un segundo toro del cajón, muy parecido al de la noche anterior, negro, pequeñito, bien armado. Tardó mucho en llegar hasta la Plaza y hubo que recurrir a los bueyes domesticados que, una vez más, cumplieron a la perfección con su cometido. Después salieron a la calle tres novillos, que dieron varias vueltas. Uno de ellos nos pareció el toro del cajón del primer día. Nada importante que reseñar.
La verbena popular en la Plaza Mayor estuvo amenizada por el grupo “Mandala Macro Show”, que no incluía música en directo, sino grabada, con bailarines, eso sí, y acróbata. Algunos se quejaron de que no actuara una buena orquesta en una noche tan señalada como el sábado de las fiestas. Habrá que valorarlo. Eso sí, no fue necesario el descanso habitual y estuvieron actuando hasta las tantas de la madrugada.
DÍA DE SAN AGUSTÍN
QUINTO ENCIERRO
Un año más nos encontramos celebrando hoy, domingo, la festividad de San Agustín, uno de los patrones de nuestra villa. A las diez y media de la mañana la Banda de Música ha salido de la Ronda de Santa, frente al restaurante Pic-Nic a recorrer algunas de las calles del pueblo, “tocando alegres dianas y pasacalles”.
Al acercarse la hora del encierro, once de la mañana, las calles del centro iban cobrando vida. Unos forasteros contaban en voz alta sus impresiones sobre el primer encierro de las fiestas de la villa de Cuéllar, celebrado unas horas antes.
Hoy nos hemos colocado en lo alto de las tapias de la peña “Los Domasuegras”, en la confluencia de la ronda de Santa Ana con la calle Río Duero, desde donde se divisa muy bien la salida de los novillos desde los toriles. Con unas grandes planchas de madera de aglomerado se ha cubierto el atalancado que cierra la ronda de Santa Ana, junto a los referidos toriles, para evitar que los toros se distrajeran.
Un encargado de los cabestros domesticados ha paseado a uno de ellos, el que iba a servir de guía de los demás, por el primer tramo del recorrido, hablándole y tranquilizándole. Enseguida se han soltado los novillos de la corrida de esta tarde, de la ganadería de Dolores Aguirre, junto con otro cabestro, que han enfilado la calle a toda velocidad, muy hermanados. Por detrás, los tres bueyes restantes, cerrando el encierro, que han estado a punto de arrollar a un hombre de Íscar que no había advertido su presencia, empeñado, como estaba, en seguir por detrás, la carrera de los novillos. A la entrada de la Plaza hoy no ha habido cogida alguna. Concluido este encierro, se han soltado varios novillos a la calle, que han ido y venido varias veces, al estilo de la villa.
Cachas y Sonia, con las picas de torileros.
MISA Y PROCESIÓN
Poco antes del mediodía partían de la Plaza Mayor, hacia la iglesia parroquial, la Corporación Municipal, las Reinas de las fiestas, acompañadas por sus familiares más cercanos, y el pregonero de este año, Carmelo Hernando García. Por delante, nuestra Banda de Música.
En el altar, acompañando a Domingo, párroco titular, tres sacerdotes pedrajeros: Antonio Martín García, párroco jubilado de Mojados y Hornillos, y dos religiosos dominicos, Antonio Cabrejas Martín e Iván Calvo Alonso, destinados en Ecuador y Madrid, respectivamente.
Domingo, en su sermón, que ha traído ya escrito, buscando no extenderse mucho tiempo, ha destacado en la figura de San Agustín su inquietud por la búsqueda constante de la verdad, por mantener la conciencia despierta, por servir a Dios y a los demás, por encontrar el camino de la conversión... Una inquietud que se echa en falta en el mundo actual.
Acabada la eucaristía, ha tenido lugar la tradicional procesión con la imagen del santo alrdedor de la iglesia, buscando la gente la sombra de las casas y los árboles por el calor que hacía a esa hora. Una sombra y alivio que no han podido disfrutar los componentes de la banda de música, religiosos, autoridades y reinas de las fiestas, que marchaban junto a la imagen del santo.
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