Parece que en Valladolid y en otros lugares de la provincia no se ha podado este invierno a la mayoría de los plátanos orientales, que el verano pasado apenas habían podido echar ramaje por la nueva plaga de hongos que les volvió a afectar por segundo año consecutivo. Me refiero, por supuesto, a los que se suele podar o desmochar en esta época, porque en la capital y en otros sitios hay muchos en zonas verdes o espacios abiertos que se les dejan crecer las ramas normalmente y solo de vez en cuando se les hace algún recorte puntual, si se considera oportuno.
Aquí se había dicho que este año no se les iba a desmochar, por lo menos a los más antiguos, que ya habían empezado a dar señales de asfixia. Pero al final se les ha dejado tan pelados como de costumbre, salvo alguna pequeña excepción, además de los del parque, que han permanecido sanos a pesar de esa plaga. Si se vuelve a reproducir este verano, ya veremos lo que pasa con los demás, pues la posible fumigación que se ha propuesto solo tendría un efecto paliativo si carecen de suficiente follaje para poder realizar sus funciones básicas de mantenimiento. Y con semejante recorte, hasta que llegue el verano no empezarán a desarrollar una incipiente copa.
A estos árboles urbanos creo que se les debería dejar de tratar como si fueran objetos inanimados y meramente decorativos, pues forman parte del patrimonio ecológico municipal y algunos de ellos son de los primeros que se plantaron en Pedrajas.
J. BARRIOS
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