POR LA MAÑANA, MISA
Un tiempo excelente ha contribuido al esplendor de la romería de Nuestra Señora de Sacedón, celebrada el lunes de la Pascua de Resurrección en su ermita pinariega y ribereña, junto al río Eresma.
A las doce y media de la mañana ha comenzado la santa misa, presidida por el sacerdote pedrajero Antonio Martín García, “Toñín”, acompañado por Domingo, nuestro cura párroco. Domingo ha explicado que había ofrecido a Toñín la presidencia de la celebración eucarística y la predicación del sermón ya que en breve se cumplirán 50 años de su ordenación sacerdotal.
Como es habitual, al acto ha asistido la Corporación Municipal, presidida por nuestro alcalde, Sergio Ledo, y el Juez de Paz, José Antonio García Alonso. A su lado se sentaba Víctor Alonso Monge, alcalde de Fombellida y diputado provincial. En el desarrollo de la celebración ha participado de manera especial la familia de la mayordoma, Teresa Mate Ledo, camarera de la Virgen de Sacedón, que ha encomendado la lectura de la introducción a Mª del Carmen Santamaría, restauradora de la imagen de Nuestra Señora de Sacedón en todas las ocasiones que se han presentado. Lucía la imagen por vez primera la nueva corona, que sustituye a la robada el día de la romería del año 2013, día 1 de abril. Con la corona, nuevas tocas, adaptadas a una manera diferente de sujetar la corona a la talla de la Virgen.
Toñin ha pronunciado el sermón embargado por la emoción, pues por todo el pueblo es conocida sun honda devoción a nuestra Patrona. Ha comenzado evocando aquel primer sermón que le encomendara pronunciar don Victoriano Román, párroco de Pedrajas, hace 49 años, subido en un púlpito de madera portátil. Tenía él 25 años de edad. Después ha recordado a la Virgen de Luján, patrona de Argentina, tierra en la que ejerció su labor pastoral. Una imagen que, según la leyenda, se apareció también junto a un río y se la quisieron llevar en una carreta, como dicen que sucedió con nuestra Virgen de Sacedón. ¡Qué casualidad que desde Pedrajas o desde otros lugares de España se hayan transmitido estas tradiciones orales hasta aquellas lejanas tierras de América!
A continuación se ha referido a las ermitas dedicadas a la Virgen María existentes en nuestra comarca, Luguillas, Sieteiglesias, El Henar, Sacedón… que ha definido como pedazos de cielo que Dios ha querido ofrecer a los habitantes de los pueblos en que se encuentran. Ella, la Virgen de Sacedón, quiso quedarse entre nosotros, en su ermita.
Ha recordado después Toñín los tiempos en que asistió, como monaguillo, a las misas que mandaban decir en Sacedón los quintos, antes y después de cumplir el servicio militar; las cuadrillas de piñeros, en acción de gracias al acabar la campaña de bajar las piñas; los yeseros, el lunes de carnaval, y muchas otras personas particularmente.
Y para finalizar, muy emocionado, ha expresado el deseo de que no se pierda nunca el sentido religioso de las celebraciones a la Virgen de Sacedón, que no deben reducirse a meras manifestaciones folklóricas, rogando a las personas mayores que se preocupen por transmitir a las nuevas generaciones la devoción a nuestra Patrona. Ha terminado su homilía pidiendo a la gente que repitiera con él, en voz alta, aunque llorasen los ojos: “Madre, Madre.” Tras estas últimas palabras, los asistentes, que llenaban la pradera de la ermita, han prorrumpido en aplausos.
Concluida la misa, puestos los celebrantes y la mayordoma a los pies de Nuestra Señora, se ha cantado la salve y se han lanzado los habituales vivas, a la Virgen y al Niño Chiquitín. Don Domingo ha aprovechado para indicar que la procesión sería a las cinco de la tarde, pues hacía buen tiempo y no habría prisas. También ha convocado a los jóvenes que se van a confirmar este año a acudir a Sacedón el próximo domingo, 12 de abril, a partir de las dos de la tarde, para una jornada de reflexión y convivencia.
POR LA TARDE, PROCESIÓN
Poco después de las cinco de la tarde, el tañido del esquilón de la espadaña de la ermita anunciaba el comienzo de la procesión. Junto a uno de los pilares del pórtico, subido en una silla, Luis Salamanca comenzaba a subastar el privilegio de portar la imagen de la Virgen al sacarla de la ermita y bajarla hasta las orillas de la fuente. Los brazos de adelante se han adjudicado a la peña Amigos del Lechazo, en 400 euros: un año más, quince consecutivos quedándose con los brazos de la Virgen. ¡Muchas gracias, en nombre de todo el pueblo! Los de atrás, en 180 euros, se han subastado en Verónica Arratia Capa, que ha derramado alguna lágrima tras lograrlo.
Ante un enorme gentío ha salido la Virgen de su ermita a los sones del himno nacional interpretado por el grupo de dulzaineros de Mojados encabezado por el pedrajero Mariano Arranz Requena. A los rayos de un sol radiante brillaban las nuevas coronas de la Virgen y el Niño. Con cierta prisa la procesión ha descendido hasta las cercanías de la fuente, donde es costumbre volver a subastar las andas “por pasar a la Virgen el arroyo”. Este año, la subasta ha estado más competida en este punto y se ha notado en las cantidades ofrecidas: Félix José García Escudero se ha quedado con los brazos delanteros, en 300 euros; Pablo Arranz San José, con los traseros, en 100 euros.
Han sonado de nuevo las dulzainas, acompañadas por el redoble de los tambores. Con mucha fuerza, a la carrera, sin un momento de respiro, han subido los que llevaban las andas la cuesta que conduce desde la fuente hasta lo alto del camino Real, junto al mojón de piedra que señalaba antiguamente el límite de Valviadero y Castrejón. Antes de acceder al camino, a la sombra de los pinos, se ha vuelto a bailar la jota. Ya en el camino, aprovechando un descanso de los músicos, Luzma Capellán Arratia ha cantado a la Virgen, como hiciera el año pasado, en este mismo lugar, una sevillana rociera que dice así:
“Cuando por estos pinares
los pedrajeros te llevan,
los pedrajeros te llevan,
los pedrajeros te llevan,
con camisas sudorosas
por el polvo de la arena,
y una peregrina grita
¡que se cae, que se cae!,
pero ¡qué se va a caer,
si a esa Virgen la sostienen
muchas columnas de fe!”
La marcha de la procesión ha sido rápida por el camino, tal vez porque el sol caía con fuerza a esa hora y se ansiaba regresar cuanto antes al frescor de la pradera de la ermita. No habían dado todavía las siete de la tarde, cuando volvían a subastarse las andas, ahora para devolver a Nuestra Señora a su morada. Con los brazos de adelante se ha quedado Apolinar Arranz Morejón, en 500 euros; con los de atrás, Andrés López González. En total han valido los brazos este año 1700 euros, una cantidad muy parecida a la de años anteriores: 1630 euros en 2014, 1560 euros en 2013; inferior, sin embargo, a los 2800 euros del año 2012.
El buen tiempo invitaba a que las jotas se sucedieran, con numerosas filas de danzantes bailando ante la Imagen y tocando palmas, yendo hacia adelante y hacia atrás. Algunos han estrenado una nueva modalidad, pasar por debajo de las andas mientras se levantaba la Virgen a pulso, a veces ladeándola en exceso, con riesgo de caer por tierra. Luzma Capellán ha vuelto a cantar, esta vez ante muchísimos espectadores, la sevillana rociera que antes hemos mencionado.
El canto, siempre emocionante de la salve, ha precedido al acto de entrega de la vara entre las mayordomas saliente y entrante, que ha tenido lugar, como en la romería anterior, fuera de la ermita, en el borde del pórtico. Don Domingo ha agradecido a Teresa Mate los buenos servicios prestados como mayordoma en el tiempo de su mayordomía, que muy emocionada ha pronunciado unas palabras manifestando que había sido para ella una experiencia muy valiosa. Ha dado la vara a don Domingo y éste la ha entregado a la mayordoma entrante, la joven Genoveva Lozano Martín, hija de Joaquín y Pilar.
Concluido el acto, todavía ha habido tiempo para bailar la última jota, con ambas mayordomas a los pies de la Virgen, antes de ser introducida nuevamente en su santuario, a los acordes del himno nacional.
¡Que el año que viene tengamos la dicha de volver a vivir otra romería de nuestra patrona, la Virgen de Sacedón!
Nota: mañana por la noche, colocaremos más fotografías de la romería.
Poco después de las cinco de la tarde, el tañido del esquilón de la espadaña de la ermita anunciaba el comienzo de la procesión. Junto a uno de los pilares del pórtico, subido en una silla, Luis Salamanca comenzaba a subastar el privilegio de portar la imagen de la Virgen al sacarla de la ermita y bajarla hasta las orillas de la fuente. Los brazos de adelante se han adjudicado a la peña Amigos del Lechazo, en 400 euros: un año más, quince consecutivos quedándose con los brazos de la Virgen. ¡Muchas gracias, en nombre de todo el pueblo! Los de atrás, en 180 euros, se han subastado en Verónica Arratia Capa, que ha derramado alguna lágrima tras lograrlo.
Ante un enorme gentío ha salido la Virgen de su ermita a los sones del himno nacional interpretado por el grupo de dulzaineros de Mojados encabezado por el pedrajero Mariano Arranz Requena. A los rayos de un sol radiante brillaban las nuevas coronas de la Virgen y el Niño. Con cierta prisa la procesión ha descendido hasta las cercanías de la fuente, donde es costumbre volver a subastar las andas “por pasar a la Virgen el arroyo”. Este año, la subasta ha estado más competida en este punto y se ha notado en las cantidades ofrecidas: Félix José García Escudero se ha quedado con los brazos delanteros, en 300 euros; Pablo Arranz San José, con los traseros, en 100 euros.
Han sonado de nuevo las dulzainas, acompañadas por el redoble de los tambores. Con mucha fuerza, a la carrera, sin un momento de respiro, han subido los que llevaban las andas la cuesta que conduce desde la fuente hasta lo alto del camino Real, junto al mojón de piedra que señalaba antiguamente el límite de Valviadero y Castrejón. Antes de acceder al camino, a la sombra de los pinos, se ha vuelto a bailar la jota. Ya en el camino, aprovechando un descanso de los músicos, Luzma Capellán Arratia ha cantado a la Virgen, como hiciera el año pasado, en este mismo lugar, una sevillana rociera que dice así:
“Cuando por estos pinares
los pedrajeros te llevan,
los pedrajeros te llevan,
los pedrajeros te llevan,
con camisas sudorosas
por el polvo de la arena,
y una peregrina grita
¡que se cae, que se cae!,
pero ¡qué se va a caer,
si a esa Virgen la sostienen
muchas columnas de fe!”
La marcha de la procesión ha sido rápida por el camino, tal vez porque el sol caía con fuerza a esa hora y se ansiaba regresar cuanto antes al frescor de la pradera de la ermita. No habían dado todavía las siete de la tarde, cuando volvían a subastarse las andas, ahora para devolver a Nuestra Señora a su morada. Con los brazos de adelante se ha quedado Apolinar Arranz Morejón, en 500 euros; con los de atrás, Andrés López González. En total han valido los brazos este año 1700 euros, una cantidad muy parecida a la de años anteriores: 1630 euros en 2014, 1560 euros en 2013; inferior, sin embargo, a los 2800 euros del año 2012.
El buen tiempo invitaba a que las jotas se sucedieran, con numerosas filas de danzantes bailando ante la Imagen y tocando palmas, yendo hacia adelante y hacia atrás. Algunos han estrenado una nueva modalidad, pasar por debajo de las andas mientras se levantaba la Virgen a pulso, a veces ladeándola en exceso, con riesgo de caer por tierra. Luzma Capellán ha vuelto a cantar, esta vez ante muchísimos espectadores, la sevillana rociera que antes hemos mencionado.
El canto, siempre emocionante de la salve, ha precedido al acto de entrega de la vara entre las mayordomas saliente y entrante, que ha tenido lugar, como en la romería anterior, fuera de la ermita, en el borde del pórtico. Don Domingo ha agradecido a Teresa Mate los buenos servicios prestados como mayordoma en el tiempo de su mayordomía, que muy emocionada ha pronunciado unas palabras manifestando que había sido para ella una experiencia muy valiosa. Ha dado la vara a don Domingo y éste la ha entregado a la mayordoma entrante, la joven Genoveva Lozano Martín, hija de Joaquín y Pilar.
Concluido el acto, todavía ha habido tiempo para bailar la última jota, con ambas mayordomas a los pies de la Virgen, antes de ser introducida nuevamente en su santuario, a los acordes del himno nacional.
¡Que el año que viene tengamos la dicha de volver a vivir otra romería de nuestra patrona, la Virgen de Sacedón!
Nota: mañana por la noche, colocaremos más fotografías de la romería.
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