A falta de unos días para el comienzo de la primavera, el buen tiempo reinante desde hace ya varias jornadas está anticipando el renacer de la naturaleza. Todos los años por estas fechas podemos disfrutar contemplando los ya viejos almendros del Cotarrón llenos de flores, blancas o rosadas, que de ambos colores nacen.
Hoy, domingo, por la tarde, la floración parecía estar en pleno apogeo. Varias son las personas de nuestro pueblo que hasta allí se han acercado a gozar del espectáculo. No sólo de Pedrajas, estando tomando fotografías desde lo alto de las laderas del Monte, nos ha sorprendido la llegada a pie de un numeroso grupo de personas de la vecina villa de Alcazarén. A la sombra de los pinos, con la vista puesta en los almendros en flor, han descansado un rato, mientras merendaban.
Desde allí, los hemos acompañado hasta el cercano pago de Las Garnachas, ya en término de Alcazarén, junto a la carretera que lleva hasta Megeces. El lugar, muy arenoso, estuvo antiguamente dedicado al viñedo, de ahí su nombre. Hoy se halla lleno de pinos, aunque perviven aún, entre ellos, algunos almendros de los majuelos de antaño. De esa época se conserva además un chozo de planta circular, realizado con piedras calizas y cubierto por completo de tierra. En un paraje tan alejado de Alcazarén, servía de refugio a los dueños de las viñas cuando acudían a cultivarlas.
Avanzada ya la tarde, ahora cuesta abajo, el grupo ha iniciado el regreso a su pueblo. Por iniciativa de Víctor, técnico de la oficina de Turismo de Alcazarén, se están realizando varias marchas a pie para conocer parajes de los alrededores de su pueblo. Hoy tocaba El Cotarrón.
A través de este enlace podéis conocer las interesantes actividades que desarrolla la Oficina de Turismo del vecino pueblo.
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