sábado, 28 de septiembre de 2024

EL SENDERO QUE BAJA A LA RIBERA DE SACEDÓN

El pasado 26 de septiembre anunciaba el Ayuntamiento de Pedrajas en su página de Facebook que habían finalizado todos los trabajos de asentamiento de terrenos e instalación de traviesas de madera en el sendero de bajada a la ribera de Sacedón que se inicia al lado de la primera balsa, según se baja desde la ermita por la escalinata de piedra. Indica, además, que se trata de una mejora en la Senda del Ermitaño, señalizada hace unos años, que por allí pasa.


Foto de la obra ya concluida: Ayuntamiento de Pedrajas.

Vamos por Sacedón con cierta frecuencia y hemos podido observar que dichos trabajos se han prolongado en el tiempo. A mediados del mes de mayo ya había algunas traviesas colocadas, pero luego se quitaron, creemos que por problemas con las aguas que manan en esa zona, causa fundamental de la actuación efectuada. A finales del mes de junio no había ninguna traviesa. Durante el mes de julio volvieron a instalarse dichas traviesas, ahora con un buen firme de hormigón y disponiendo a los lados unos tubos de plástico destinados a encauzar las aguas manantes. Para acabar, últimamente, habrán cubierto esos tubos y adecentado toda la zona. Todavía no hemos visto la obra concluida.



19 de mayo de 2024. Primeras traviesas colocadas, después retiradas.


30 de junio de 2024: El sendero, de nuevo sin traviesas.




21 de julio de 2024: Colocando otra vez las traviesas sobre nuevo firme.



18 de agosto de 2024: Instaladas ya las traviesas.

UN POCO DE HISTORIA

A la ribera de Sacedón se descendía a pie por un estrecho sendero, rodeado de verdor, con sus zarzas y sus hiedras trepando por los árboles, contemplando, en la parte más alta, cómo rezumaba el agua por las arcillas rojizas que forman el valle del Eresma. Para bajar en carro hasta esa ribera, aguas abajo de la citada senda había un pequeño camino de piedras que descendía faldeando las paredes del valle, partiendo de otro camino, el que enlaza la ermita con el puente de Vadalba por arriba, al borde del pinar.

En el verano de 1986 se adoptó la decisión de abrir con máquinas excavadoras un nuevo camino de acceso a la ribera, destruyendo el viejo sendero lleno de encanto. El objetivo era que los coches pudieran bajar hasta la misma orilla del río, sobre todo en el buen tiempo, cuando la gente acudía al río para pasar el día y bañarse. Algunas personas nos manifestamos en contra de esa decisión, adoptada sin haber pedido la opinión de los vecinos. Quienes tengan interés pueden consultar la revista Tierra y Pinar, nº 63, agosto de 1986 (páginas 3 y 8) y nº 64, octubre de 1986 (página 5).

Después, la misma naturaleza y el paso del tiempo hicieron que el nuevo camino fuera desapareciendo hasta quedar convertido, más o menos, en el sendero actual, el mismo en el que ha sido necesario poner las traviesas de madera porque las aguas manantes encharcaban el terreno y dificultaban mucho el paso. De la antigua senda solo permanece el recuerdo de los pedrajeros de cierta edad, que pudimos conocerlo y disfrutarlo.


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