Primer día del mes de septiembre, el sol vuelve a lucir en lo alto del cielo, pasados estos días de tormentas y lluvias. Hablemos de los últimos encierros. El del sábado, día 31, a las 12 de la mañana, estuvo poco concurrido, siendo el día que era se esperaba una mayor afluencia de forasteros. Tampoco resultó entretenido. Pudimos ver a miembros de la Guardia civil llamar la atención a algún chico menor de edad, por estar donde no debía al pasar los novillos.
Acerca de los encierros de este año, cabe indicar que había gente que no estaba al tanto de que en los encierros de por la mañana no iban a correr las reses que serían lidiadas en las novilladas del certamen El Piñón de España, por las tardes. Es verdad que en el programa de fiestas no se menciona esa circunstancia, como en años anteriores, pero se echa de menos una explicación oficial de los motivos de esta decisión, pues esos encierros tenían muy buena aceptación.
Volvamos a la mañana del sábado, día 31. A la una y cuarto comenzaron a sonar algunos truenos y empezó a llover con ganas, formando las gotas de lluvia grandes pompas al caer. Todos nos temíamos lo peor… pero al cabo de un cuarto de hora, dejaba de llover y suspirábamos aliviados.
El sábado por la noche, poco antes de las doce, un nuevo encierro, que tampoco resultó muy concurrido, siendo sábado, al menos en la zona de la entrada a la Plaza de Toros por la puerta grande. Es verdad que hubo alguna carrera buena, de gente jovencilla, delante del ganado, camino del ruedo. También pudimos constatar la peligrosidad que tiene la zona atalancada situada a la entrada de la Plaza, a mano izquierda, tanto al entrar como al salir las reses, por la falta de visibilidad en ambos sentidos y, sobre todo, por los descuidos de la gente. Sucede cuando los novillos pasan a toda velocidad, arrimándose a las talanqueras, siempre hay algún despistado, o despistada, tanto da.
Hoy domingo, el encierro de por la mañana, último de estas fiestas, ha estado mejor. Han sacado a bueyes y novillos juntos, aunque nos ha parecido que no a todos los de las fiestas, como suele ser costumbre en el último encierro. En estos momentos, llegan hasta nosotros los acordes del Himno nacional interpretado por la Banda de Música de Pedrajas. La tercera novillada del certamen El Piñón de España va a comenzar.
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