miércoles, 13 de noviembre de 2019

RODRIGO, EL OBISPO

Hace tiempo que deseábamos hablar de algunos de los motes existentes en nuestro pueblo. Tranquilos, solamente de esos que no son ofensivos o de mal gusto, que por este mismo motivo no es cuestión tratar públicamente de ellos.

El mote del que hoy vamos a hablar tiene su historia, entrañable, por cierto. En los primeros días del mes de junio de 1863 rendía visita a la parroquia de Pedrajas el obispo de Segovia, don Rodrigo Moreno Echevarria Briones, un religioso benedictino. Cabe recordar que nuestra parroquia perteneció a la diócesis de Segovia hasta el año 1955, en que pasó a formar parte de la de Valladolid.

El día 2 de junio, en el transcurso de dicha visita, el señor obispo bautizó a un niño que había nacido el 22 de mayo anterior, imponiéndole su mismo nombre, Rodrigo. Sus apellidos fueron Martín y Mate, pues el pequeño era hijo de Saturnino Martín Fernández y de María Mate Lerma. Padrino de la criatura fue don Ramón Bocos Quijada y Alaiza, que unos años antes había fijado su residencia en nuestro pueblo al haber heredado el término del despoblado de Castrejón, que todos conocemos. 

Como el niño fue bautizado por el señor obispo, fue toda su vida conocido como el Obispo.

Rodrigo casó con Jerónima Arratia Sanz, con la que tuvo -que sepamos- siete hijos: Daniela, Máximo, María, Cesáreo, Teodosia, Ángeles y Jacinta Martín Arratia, que heredaron el apodo de su padre, en mayor o menor medida. En Pedrajas, ha pervivido el mote con los hijos del señor Cesáreo Martín Arratia y la señora Eusebia Capellán Herrero: Cesáreo, Carmen, Angelines y Maribel. En el caso de las mujeres, la terminación del apodo se adaptó al género femenino: las Obispas. 

He aquí, de manera breve, el origen de uno de los apodos más conocidos de nuestro pueblo. Os animamos a que contéis en esta sección el origen de vuestro propio mote, que seguramente llevaréis con orgullo. 

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