Gracias, Teresa González Lozano, por tan bello homenaje a Jesús.
Jesús fue el mejor amigo de mi padre, Benedicto Hernández Cantos (difunto hace más de 17 años) y mi padrino en funciones, pues mis verdaderos padrinos nunca ejercieron tal responsabilidad, que él asumió desde mi infancia y hasta hoy Jesús me acompaño en la distancia en los momentos más difíciles de mi vida y en los mejores. Siempre estuvo presente y seguirá. Generoso, bondadoso, con un gran sentido del honor, también del humor y del buen juicio. Me contó en nuestro último encuentro la Guerra civil en Pedrajas.
Como no recibí su llamada esta Navidad, ni lo localicé por teléfono en dos semanas, me temí lo peor y encontré su esquela por internet. Buscando su pueblo, he encontrado esta página.
Gracias de nuevo. Jesús fue un gran ser humano, un gran médico y un gran padrino. Tenía 27 años cuando se especializo en otorrinolaringología, según él me contó. Le parecía a él que era mayor, pero todo es relativo. Mi padre fue su maestro en la preparación de oposiciones a practicante sanitario del cuerpo militar en Barcelona.
Qué pena. Espero que Margarita se encuentre bien. No la localizo.
Cinta Hernández Sebastia.
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