Hemos hablado en esta sección, algunas veces, de la parte posterior de la Plazuela de la Iglesia, de las mejoras que necesitaba, algunas ya realizadas. Hoy vamos a tratar de la zona opuesta, la situada junto a la puerta de entrada a la iglesia, que pensamos debe ofrecer mejor aspecto.
A izquierda y derecha del pórtico, al pie de las paredes del templo crecen diversas hierbas silvestres, que contribuyen a que haya más humedad. Algunas de ellas son ortigas, que todos sabemos no conviene tocar. En el espacio situado a la derecha del referido pórtico aparecen medias baldosas, grandes, que alguien habrá dejado allí. En los muros de piedra, junto a unos clavos antiguos que deben de estar allí colocados para instalar el palacio del rey Herodes, cuando la Cabalgata de Reyes, se acumulan alambres que se van dejando año a año.
El edificio del pórtico tenía inicialmente dos portadas laterales, sin puertas en sus orígenes, que más tarde, no sabemos cuándo, se cegaron y revocaron. Pues bien, convendría renovar esos revoques con cemento blanco, pues se hallan en bastante mal estado.
En la pared principal de la iglesia, a la derecha del rincón en que se instala el palacio de Herodes, hay otros dos aspectos que podrían mejorarse: por un lado, unos revoques antiguos, realizados con cemento gris, que convendría cubrir con cemento blanco, procurando imitar el aspecto original del muro; por otro, eliminar una pequeña capa de yeso, de forma rectangular, que cubre parte de esa pared, y que dicen que sirvió para colocar una lápida en recuerdo de los “Caídos” en la Guerra Civil.
Pequeñas reformas que sin duda contribuirán a mejorar el aspecto del edificio histórico más antiguo e importante de nuestro pueblo.
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