EN SU JUBILACIÓN COMO MAESTRO
El pasado viernes, 19 de diciembre, comenzaban la vacaciones de Navidad para los alumnos de Primaria y del Instituto; y para todos aquellos que trabajamos en la enseñanza. Ese mismo día tuvo lugar la despedida como maestro del Colegio “Álvar Fáñez” de Íscar, de Carlos Arranz Santos. Vamos, que tras más de 38 años dedicados a esto de enseñar como maestro de educación primaria, había decidido jubilarse.
En el colegio de Íscar, donde trabaja nuestro paisano Carlos y del que un servidor es director desde hace dos años, decidimos despedirle con un breve acto delante del alumnado durante el festival de Navidad y en la comida que los maestros celebramos para despedir el trimestre. En ambos actos, donde el jubilado no pudo contener la emoción, tanto los alumnos como los maestros le hicimos entrega de unos pequeños obsequios con motivo de su jubilación.
Con sus alumnos de 6º B, el último día de clase.
Previamente a la comida de Navidad, que celebramos en Portillo, el equipo directivo, con la ayuda inestimable de su hermana Esme y de su cuñado “Tarra”, le habíamos preparado una presentación digital con diferentes fotos desde muy jovencito. Lástima que tuviera todo tan escondido, que no pudimos encontrar más.
El día de la jubilación, con sus compañeros del colegio de Íscar, en activo y jubilados.
Tras la comida, D. Teodoro y D. Tarsicio, compañeros del colegio, le regalaron unas coplas, de fabricación casera, ya tradicionales en las jubilaciones de este centro, y que fueron cantadas y versadas por los maestros y maestras que allí nos encontrábamos.
Acompañado por Tarsicio Sastre y Teodoro Martín, autores de las coplas.
Más tarde, Carlos Arranz tomó la palabra para agradecernos los detalles y contarnos su experiencia en esta profesión, reconociendo que había tenido mucha suerte de ser maestro y trabajar en lo que a uno más le gusta. También, desglosó su recorrido como docente, desde que empezó en Medina de Rioseco, allá por el año 1976, pasando por diferentes colegios de las provincias de Valladolid, Gerona y Segovia, hasta que en el año 2004 llegó a Iscar.
En fin, un día, supongo que emotivo, que te quedará en el recuerdo para siempre.
Con el Equipo Directivo del Colegio, en el momento de recibir el regalo de un iPad.
Dicen que “De bien nacidos, es ser agradecidos”, pues por la parte que me toca, estas líneas son simplemente para agradecerte tu profesionalidad, tu esfuerzo y dedicación a lo largo de todos estos años, y especialmente, en el colegio de Íscar. Además, personalmente, darte las gracias por tu cercanía, tus consejos y demás historias.
Así que sólo me queda darte la enhorabuena y que disfrutes de una feliz jubilación.
Jesús Ángel González.
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