UN VECINO DE ÍSCAR COGIDO POR UN BUEY EN EL ENCIERRO DE ANOCHE
Los bueyes -cabestros, mansos o bezados, que así se los llama también- suelen tener más paciencia que el santo Job, pero de tanto ir y volver desde la Plaza de Toros a la calle y desde la calle a la Plaza, acaban por rebelarse, sobre todo si se les molesta durante esta sucesión de paseos involuntarios. Es lo que sucedió anoche, en el encierro nocturno, con uno de los tres bueyes que han traído este año, muy grandes y bien presentados, con pintas blancas y negras.
Regresaba este cabestro a la Plaza, solito, cuando al pasar por las talanqueras situadas a la altura de la fuente de la Plaza de la Hispanidad, empezaron a torearle, en ambos sentidos de la palabra, por lo que comenzó a acometer. Un vecino de Íscar, de unos 65 años, conocido como Remache, salió de las talanqueras, muy cerca de la entrada a la Plaza, el buey se volvió y lo enganchó; derribándolo al suelo, lo golpeó y arrastró hasta el centro de la calle, donde quedó encogido, hecho un ovillo, sin reaccionar. Se le cayeron las gafas al suelo, pero siguió con el cigarrillo en las manos. Desde allí fue conducido a la cercana enfermería y trasladado después al hospital en ambulancia, sin que sepamos el alcance de la cogida. Sucedió todo a eso de las doce y media de la noche, y lo contemplamos perfectamente desde las talanqueras de la casa de tía Chiqui.
Antes, en esa misma calle, en la zona atalancada de la Travesía del Alamar, otro de los bueyes, o tal vez el mismo, enganchó a Jose “Bola”, un vecino de Pedrajas, y lo quedó en paños menores, sin mayores consecuencias. En lo sucesivo, cuidado con los bueyes. El encierro de anoche estuvo bien, en general, los novillos fueron y volvieron varias veces con soltura, destacando un toro rojo que mostró mucha bravura.
ENLACES A LAS FIESTAS DE PEDRAJAS EN “EL NORTE DE CASTILLA”
JUDIADA POPULAR
RECORRIDO POR LAS PEÑAS
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