Escribo esta primera cronica desde Mola di Bari hoy miercoles a las nueve y media de la manana, echando de menos el teclado espanol. Llegamos a esta bonita ciudad italiana, situada junto al Mar Adriatico, el lunes a las 13 horas despues de toda una noche de viaje. Cansados, con mucho sueno, pero contentos. Nos recibieron en su Ayuntamiento (il Comune) con muchisima amabilidad, y nos repartieron enseguida por nuestros alojamientos: los jovenes con sus familias de acogida; los no tan jovenes en diferentes casas. Despues de la comida y la siesta, por la tarde, nos ensenaron un edificio subterraneo muy amplio, excavado en la roca, destinado a triturar las aceitunas y extraer el aceite. Despues, visitamos la iglesia mas antigua de Mola, dedicada a San Nicolas de Bari, muy interesante., y un teatro pequenito, pero precioso, de finales del siglo XIX. Despues cena, y a continuacion descanso, que falta nos hacia.
Ayer martes, por la manana, visitamos el castello de Angioino, un castillo medieval que servia para defenderse de los ataques de piratas. Por la tarde, en el Ayuntamiento, asistimos a un Pleno en el que se aprobo el hermanamiento con Pedrajas, con palabras de ambos alcaldes y proyeccion de una presentacion audiovisual sobre el pasado y presente de Pedrajas. Hacia muchisima calor en el salon de sesiones, muy amplio y con unos medios muy modernos para votar los concejales, pero que no tiene aire acondicionado. Sudamos todos la gota, nunca mejor dicho.
Antes de ir a cenar, en el patio de armas del castillo, Julian Ledo y Juana Arranz, de Serpentina Teatro, junto con chicas jovenes de nuestra delegacion, recitaron poesias de los mas renombrados poetas espanoles, con imagenes de diversos lugares de Espana. Para acabar, dento de un ciclo dedicado al cine, asistimos a la proyeccion de La piel que habito, una pelicula de Almodovar. Dentro de un rato tendra lugar un intercambio de ideas entre jovenes de Mola y Pedrajas.
En resumidas cuentas, que todo el mundo nos ha acogido muy, muy bien, con muchisima amabilidad, procurando que nos encontremos mejor que en nuestra propia casa. Mola es una ciudad pequena, pero muy extendida, con mucho turismo. Sus gentes se dedican sobre todo a la pesca y a la agricultura. El producto mas tipico son las aceitunas. La ciudad tiene un aire muy marinero y antiguo. Circulan muchos vehiculos viejos, por ejemplo, motocarros de tres ruedas que en Espana ya no se ven, y bicicletas de las de antes. Otra curiosidad son las esquelas mortuorias, del tamano de una pagina de periodico y repartidas por todas las calles. Como hace tanta calor no se sale a la calle hasta bien entrada la tarde, cuando empieza a refrescar. Las calles se llenan de gente. Igual que en Pedrajas, se forman corros de vecinas a las puertas de sus casas, tomando el fresco. En la lonja del puerto, todas las tardes, los pescadores vende su pescado recien sacado del mar: gambas de varias clases, calamares, pulpos...
En El Norte de Castilla aparecera en breve una galeria de imagenes enviada por su correspnsal en Pedrajas, Cruz Catalina, que forma tambien parte de la delegacion pedrajera. En breve, tambien podreis seguir los acontecimientos del viaje en www.pedrajas.es.
Un fuerte abrazo desde Mola di Bari para todos los pedrajeros. Para nuestros familiares, decirles que nos encontramos todos muy bien, participando en los actos programados y disfrutando del viaje.
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