sábado, 11 de agosto de 2012

DOS ARTISTAS


EXPOSICIÓN CONJUNTA DE FRANCISCO MUÑOZ Y TEODORO REDONDO

Nacieron en Pedrajas, pero marcharon después a vivir a la capital de nuestra provincia, Valladolid. Cuando pasan unos días en el pueblo, ambos tienen su residencia en la calle Cervantes, sus casas una al lado de la otra. Ambos dedican gran parte de su tiempo libre a la creación artística. Con algunas de sus obras más representativas  la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Pedrajas ha preparado una exposición que se inauguró ayer viernes, por la tarde.



FRANCISCO MUÑOZ MATE

Francisco Muñoz Mate nació en Pedrajas, en el año 1966. Es hijo de Francisco, al que todos conocemos en el pueblo como “Chapas”, y Luisa. Trabaja en Valladolid en una empresa dedicada al mantenimiento de los parques de juego infantiles municipales.


Hace unos siete u ocho años, como una manera de pasar el tiempo libre y tener ocupada la cabeza, empezó a dedicarse a realizar el tipo de trabajos que presenta en la exposición. Por ejemplo, reproducciones en miniatura de coches, camiones y trenes antiguos, o un parque infantil de los años 70. En tamaño real, objetos de adorno, como llaves de las de antes, unas albarcas, una media fanega de medir el grano, escopetas y trabucos. También objetos diversos empleados en la vida diaria, como un perchero, un badil, un reloj de pared, una macheta de cocina o un original cascanueces.

Lo más importante en estos trabajos es que surja la idea de hacer algo. Luego hay que pensar en los materiales necesarios para llevarla a cabo, casi siempre de reciclaje, y buscarlos: hierros, plásticos, pilas de reloj, rodamientos, latas de conserva, madera… Como Francisco dice, trabaja para su propio regocijo. No pone a la venta sus creaciones.








TEODORO REDONDO DE ROJAS

En Pedrajas nació también Teodoro Redondo de Rojas, en el año 1947. Sus padres se llamaban Teodoro y Julia. Hasta los 25 años de edad trabajó como carpintero en el taller del señor Mariano Salamanca. Después empezó a trabajar en FASA y marchó a vivir a Valladolid. En 1990, después de haber sufrido un infarto, se vio obligado a jubilarse. Había que buscar alguna actividad en la que emplear tanto tiempo libre. Lo primero fue realizar un curso para obtener el graduado escolar. Una exposición de marquetería y taracea que vio en Valladolid le motivó para dedicarse a esta actividad.


Como buen carpintero, siempre se le habían dado bien los trabajos en madera. Ahora trabaja con chapas de todas las clases de madera: haya, sapelli, cerezo, pino, etc. También con raíces de diferentes árboles, que pueden encontrarse en el mercado. Realiza diversos objetos de utilidad en las casas: bandejas, con o sin patas, de formas variadas; paragüeros, mesas de centro, salvamanteles, posavasos, cajas para cartas o joyas…

Es un trabajo que requiere suma paciencia, gran tranquilidad… y habilidad, naturalmente. Como realiza muchos trabajos, pone a la venta algunos de ellos, a un precio simbólico, si tenemos en cuenta que se trata de trabajo plenamente manual, que requiere muchas horas de dedicación.







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