Cuando esta tarde, a eso de las cuatro y media, por efecto de la tormenta que se había ido formando, ha comenzado a llover y caer granizo con fuerza, muchos pedrajeros, ya de cierta edad, habrán rememorado con temor aquel primero de julio de 1952, en que un fenomenal pedrisco destrozaba por completo los tejados de las casas de nuestro pueblo y arrasaba los frutos que aún quedaban en el campo después de una primera granizada sucedida dos días antes.
Hoy no ha caído mucha piedra, al menos en el barrio de los Gallegos, donde vivimos, aunque puede que haya causado daños en los sembrados del término. Agua sí que ha caído, mucha, acompañada por fuertes rachas de viento, un buen rato. Cuando ha escampado un poco, hemos recorrido las calles que suelen inundarse en estas situaciones y que hoy han vuelto a quedar anegadas, angustiando a muchos vecinos que, una vez más, han debido tomar medidas para evitar que el agua infecta que las alcantarillas no sólo no tragaban, sino que vomitaban, entrara en sus casas y corrales. Un peligro que el tránsito de vehículos incrementaba sobre todo si se circulaba a cierta velocidad.
Por las fotografías que hemos tomado podréis ver el estado en que se encontraba la carretera de Alcazarén, en sus confluencias con las calles Revilla, Consistorio, Iglesia y Nueva, siempre las más castigadas en estas situaciones. También se ha inundado la parte inicial de la carretera de Villaverde, habiéndose llenado de agua, por ejemplo, los fosos de la empresa de autoengrase de Jesús Sanz Cuesta. Parte de la calle de San Andrés ha sido igualmente afectada por las lluvias, como seguramente otras partes del pueblo de las que no hemos tenido conocimiento.
Para ayudar en los trabajos de desahogar las calles y casas del agua acumulada han llegado empleados municipales, bomberos de Íscar y algunos vecinos voluntarios. Miembros de la Corporación Municipal, entre ellos el alcalde, se han acercado enseguida para conocer la situación y tomar las medidas oportunas. Hemos visto a la primera autoridad municipal regulando el tráfico en un tramo de la carretera de Alcazarén, junto con un vecino, para que las ondas de agua que los vehículos producían al pasar, no entraran en las viviendas.
En los últimos tiempos todas las corporaciones municipales, en mayor o menor medida, es verdad, han intentado solucionar un problema de gran trascendencia para muchos vecinos de Pedrajas, sin lograrlo, pues las inundaciones vuelven y vuelven a producirse. Habrá que plantearse nuevas soluciones, sin escatimar el dinero que puedan suponer. A los vecinos no se les puede consolar diciéndoles que ha llovido mucho más esta vez, sino procurando por todos los medios posibles que estas situaciones no vuelvan a producirse. Esto es lo que hemos oído comentar esta tarde a algunos de los afectados. ¡Quieren soluciones, de una vez!
https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/intensa-tromba-agua-20190701214658-nt.html
FOTOGRAFÍAS DE LAS INUNDACIONES
Calle Humilladero
Calle Humilladero
Callejón en la calle Gallegos
Carretera de Alcazarén con calles Consistorio, Iglesia y Pozas
Carretera de Alcazarén entre calles de las Pozas y Nueva
Calle Nueva
Carretera de Alcazarén frente a calle Revilla
Calle Revilla
Calle San Andrés
Carretera de Villaverde
El foso del autoengrase de Jesús Sanz Cuesta
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