A la atención del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento:
Siendo consciente de lo difícil que debe resultar para la Corporación Municipal confeccionar y llevar a cabo un programa de fiestas patronales, de cinco días, en los cuales se ha de tener en cuenta a los distintos sectores de la población, a fin de satisfacer medianamente las expectativas de diversión y entretenimiento de todos ellos, no tengo más remedio que llamar la atención sobre lo inadecuado del “concurso de bota”, celebrado el día 26, a las 12:30 horas, en la calle Fuente del Caño.
Por cierto que contó con suficientes concursantes y espectadores como para durar más tiempo del estipulado, dando origen a que la actividad siguiente, la actuación de la Asociación Musical de Jazz, Eres+, tuviera que posponerse más de media hora, llegando así la hora de la comida, en que la mayoría de la gente estábamos en casa y no pudimos disfrutar de su música. Y fue una lástima, porque los que hemos tenido la ocasión de asistir a sus conciertos, en la Sala de Exposiciones, sabemos que hacen un jazz muy interesante.
Mi argumentación para calificar el “concurso de bota” de inadecuado se basa en las connotaciones relacionadas con la bebida alcohólica y con los temas de salud.
Con relación a la bebida, no se debe celebrar un acto público en presencia de niños y adolescentes, en el que se exalte la destreza de los concursantes a la hora de beber y se premie al que más aguante y luego decirles que beber es malo. No sirve como argumento que la bota “tiene poquita cantidad de alcohol”; ya sabemos, existe el mensaje subliminal, con frecuencia más potente que el mensaje explícito. Tampoco sirve el que la bota forme parte de nuestra tradición más arraigada, muchos son los modos de vida que hemos ido perdiendo a lo largo de nuestra civilización y éste no creo que sea de los más relevantes.
En cuanto a la salud, el argumento es muy parecido: tenemos que cuidar nuestra salud, siempre, siempre, y educar a nuestros niños para que se cuiden. No debemos ingerir bebida o comida que pueda dañar nuestra salud, ni en cantidad ni en calidad. En estos concursos, aunque se tratara de ingerir agua, sería dañino, por incitar a aguantar; a introducir la mayor cantidad posible de líquido en nuestro estómago, porque justo eso, es lo que nos va a permitir ganar y, ya que nos ponemos, queremos llevarnos el premio.
No se trata de criticar una actividad que, sin duda, ha sido pensada con la mejor voluntad. Se trata de alertar sobre la responsabilidad que tenemos en la educación de niños y adolescentes, y estos días se prestan al exceso, principalmente en la bebida. Bueno sería que extremáramos nuestro celo en la programación de actividades que, a la vez que diviertan, formen y fuéramos adaptando las fiestas a los nuevos tiempos y a las nuevas inquietudes que, a toda prisa, nos vienen pisando los talones.
No quiero acabar este escrito sin aportar mi grano de arena a la confección del programa de fiestas en años venideros. ¿Qué tal si, para esos ratos del vermut o similares, resucitamos la Jota Castellana, tan rica y tan variada? Podría celebrarse, por ejemplo, una exhibición de jotas de las distintas provincias de la Comunidad, o más sencillo, la forma de interpretarla en los distintos pueblos de nuestro alrededor. Hace años que, desgraciadamente, la única jota que suena en las fiestas, es la que interpreta la Banda Municipal el día del concierto, en la Plaza. En mi modesta opinión, debemos recobrar la presencia de nuestro folclore en las fiestas patronales.
Atentamente.
Teresa González Lozano.
Pedrajas de San Esteban, 29 de agosto de 2018.
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