Desde el pasado martes, 7 de febrero, se ha ido realizando la corta de tres de los viejos cipreses del cementerio de Pedrajas, que por su crecimiento estaban causando o podían causar en breve alguna clase de daños.
El primero de ellos estaba situado junto al paseo central, al lado izquierdo, según se entra, y en el medio del recorrido, aproximadamente. Al crecer, estaba ya provocando daños en un panteón familiar.
El segundo se hallaba situado frente a la capilla del camposanto, también en el lado izquierdo. El crecimiento de sus ramas afectaba a la espadaña o torre de la capilla.
El último estaba plantado junto a una de las esquinas de la referida capilla, tan inmediato a ella que presionaba ya las paredes.
Para evitar el riesgo de causar daños en la capilla o en los panteones la corta se ha encargado a una empresa especializada en este tipo de trabajos, que ha ido cortando el ramaje y tronco de los árboles poco a poco, de arriba abajo, valiéndose de cuerdas que amortiguaran la caída de las ramas cortadas y la dirigieran hacia el punto deseado. Todo ello, con una persona subida en lo alto de los cipreses.
El cementerio de Nuestra Señora del Carmen fue inaugurado en el año 1926, por haberse quedado pequeño y muy cerca de las viviendas, el antiguo camposanto de Santa Ana, que estuvo situado en el terreno que hoy ocupa la Residencia de Ancianos “Hogar Betania”. Teníamos la duda de si los cipreses que pueblan el cementerio habrían sido plantados al inaugurarse, es decir, en 1926. Comentándolo con las personas encargadas de realizar la corta de la que estamos hablando, nos dieron su opinión de que no, que habría sido más tarde. Contando los anillos de crecimiento de uno de los árboles, nos daba una edad aproximada de 50 años, pero no estamos seguros de haber contado bien, no es fácil.
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