EL PLÁTANO MÁS ANTIGUO

Ubicado en la actual plaza de Saint Nolff, ha sido testigo de este barrio desde que fuera plantado a comienzos de los años 60, aproximadamente.

Los vecinos que se reunían allí pidieron al Ayuntamiento que se le conservara cuando se empezó a arreglar esta plazuela, a mediados de los 80, en la que se dejó una zona ajardinada.

Como ya se ha comentado en este blog, se trata de un árbol urbano con importante valor histórico y ecológico por el que se debería haber tenido un poco más de aprecio y consideración (como se viene haciendo con el fresno coetáneo de la  plaza de San Juan).

Aunque solo se le dejaron unas cuantas ramas de las que pudieron retoñar el verano pasado, esta primavera parece mostrar un aspecto más saludable que las temporadas precedentes. Pero es probable que también le afecte más adelante la plaga de hongos, si se vuelve a reproducir este año, porque las operaciones de desmoche que se le han practicado rutinariamente han ido mermando poco a poco su vitalidad, puesto que es un ejemplar bastante robusto que, como es natural, necesita suficiente follaje para su mantenimiento. (Ya hace años que empezó a dar señales de desmejoría por esa razón).

Si se le dejaran crecer las ramas con normalidad, recortando solo los brotes que caigan hacia abajo, su copa se iría espaciando sin tirar ya mucho para arriba (como se ha visto en otros ejemplares veteranos de la provincia que habían sido anteriormente desmochados). Y de ese modo además contribuiría bastante a realzar la imagen de la plaza durante la temporada estival. Algo que también se debería tener en cuenta en el Ayuntamiento.

J. Barrios.

En el Día Mundial del Medio Ambiente