Ya me referí una vez al plátano silvestre ubicado en la actual Plaza de Saint Nolff (barrio de San Juan), que debe de ser el más antiguo que se conserva en Pedrajas a pesar de las drásticas operaciones de desmoche que desde hace bastante tiempo se le vienen practicando regularmente antes de que empiece la caída otoñal. Aunque el Ayuntamiento ya dispone de barredora automática y otros utensilios que facilitan mucho las labores de limpieza urbana. (Y es comprensible que durante el cambo de estación pueda haber algo de hojarasca por la calle).
Como vecino próximo a la plaza, me acuerdo perfectamente de cuando este árbol tenía su alto y extenso ramaje, que proporcionaba una tupida y agradable sombra bajo la cual solían reunirse los jubilados de “Corea” y alrededores para comentar sus experiencias y relatar viejas anécdotas. Aquellas reuniones junto al árbol eran bien conocidas por entonces, como sin duda recordará el cronista de esta web, que a veces se acercaba por allí para preguntar a los más mayores por algunas de esas vivencias y tomar nota de las mismas.
Es una lástima que a ese entrañable ejemplar, superviviente de los primeros que se plantaron en el pueblo, ya no se le permita desarrollar la copa como antaño. Pues con tales recortes anuales ahora pierde buena parte de su valor ecológico y ornamental. Si se le volviera a dejar crecer las ramas con normalidad, antes de que pueda llegar a estropearse, su aspecto mejoraría notablemente en los próximos años y, aunque esto tampoco se tenga muy en cuenta, además contribuiría a realzar la imagen de esta plazuela ajardinada.
(La raíz que asoma junto al tronco se podría cubrir rellenando con tierra un cuadro de adoquines o ladrillos, como tienen algunos árboles antiguos en otros pueblos o ciudades).
Jesús Barrios
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