lunes, 17 de diciembre de 2018

UNA CASA CENTENARIA

Antes de que concluya el año 2018 queremos dejar constancia de que una de las casas de la Plaza Mayor de nuestra villa ha cumplido los cien años de existencia. El año de su construcción -1918- figura en una pequeña reja de hierro, decorada con motivos geométricos, colocada encima de la puerta de entrada para proteger el cristal que permite la entrada de luz exterior en el portal. Se trata de una vivienda que combina, en su fachada el uso del ladrillo –en la cornisa y enmarcando puertas y ventanas- con la piedra caliza -empleada en el zócalo y en los espacios que deja libre el ladrillo.



Perteneció en sus orígenes al matrimonio formado por Arturo Monpín Bueno, fabricante de paños, y Primitiva Bocos Cano. De ellos la heredó su hija Carmen Monpín Bocos, casada con Juan Tomé Ortiz. Posteriormente fue adquirida por Francisca de los Ángeles de Castro Bocos, casada con Serviliano García Muñoz, vecinos de Nava de la Asunción. Durante muchos años vivieron en ella, en renta, Francisco González “Paco Navarro” y Ángela Adanero. Reformada no hace mucho tiempo, pertenece actualmente a Daniel Arribas Lázaro y familia. Esta casa, como otras de la Plaza, ha sido testigo de acontecimientos muy importantes de la vida del pueblo, como la coronación de la Virgen de Sacedón , y escenario de bailes y festejos taurinos con motivo de las fiestas patronales.

Otra casa de la misma época, un poco más antigua, con fachada de ladrillo, exceptuando la piedra del zócalo, es la señalada con el número 10 de la misma Plaza Mayor. Igual que la anterior, lleva por encima de la puerta una reja semejante con unas letras iniciales y el año de su edificación: “D 1905 G”. Fue mandada construir por el señor Dionisio González, un comerciante zamorano, natural de Espadañedo, que fijó su residencia en nuestra villa.



Finalizamos esta breve reseña tratando de la casa que ocupa uno de los rincones de la Plaza, la que lleva el número 7. Tiene mayor antigüedad que las anteriores, pues se remonta a los últimos años del siglo XIX. Lo mismo que en ellas, unas letras colocadas en la reja de hierro que corona la puerta de acceso, recuerda al matrimonio que encargó su construcción: “C de C - F B”. Ciriaco de Castro y Francisca Bocos. Se edificaría con posterioridad a la fecha de su casamiento, 26 de agosto de 1880, y antes del nacimiento de una de sus hijas, sucedido en el año 1890. Don Ciriaco, abogado de profesión, nació en Serrada, pueblo de gran tradición vitivinícola. De ahí que mandara plantar, en los primeros años del siglo XX, las viñas y almendros de El Cotarrón. Y para elaborar sus vinos, construyó su lagar y bodega junto a la carretera de Alcazarén, donde hoy están situados los pisos que heredaron el nombre de La Bodega.




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