lunes, 3 de febrero de 2025

LAS CUENTAS DE LA PARROQUIA

Ayer domingo, en la misa mayor, quizás también en otras del fin de semana, 
la parroquia de Pedrajas distribuyó unas hojas con las cuentas del año 2024 
y situación económica actual.



domingo, 2 de febrero de 2025

PEDRAJAS SOLIDARIO

El pasado miércoles, 29 de enero de 2025, la asociación Pedrajas Solidario envió 2.800 euros a las Hermanas Dominicas de Santa María del Rosario, en Ecuador, congregación a la que pertenece el P. Antonio Cabrejas Martín, natural de nuestro pueblo, que ejerce su labor misional en aquel país desde hace cincuenta años.

Esta cantidad procede de la venta de las rifas de las dos cestas de Navidad preparadas por Pedrajas Solidario con productos donados por los establecimientos comerciales y hosteleros de nuestra villa (2.500 euros), y con el donativo que cada año realiza el Ayuntamiento de Pedrajas a la campaña (300 euros).

Reiteramos, de nuevo, nuestro agradecimiento a todas las personas, establecimientos e instituciones que han contribuido, un año más, a colaborar en tan solidaria iniciativa, que lleva el nombre de Pedrajas de San Esteban, en España, a tan lejanas tierras.

La ayuda se destinará a la escuela infantil “Nido de Paz”, situada en la provincia de Esmeraldas, perteneciente al Cantón de Atacames (Ecuador), administrado por la Hermanas Dominicas de Santa María del Rosario.







sábado, 1 de febrero de 2025

ÁNGEL CONCEJO HUSILLOS

Homenaje de la Asociación de Jubilados “Río Eresma”

Pedrajas de San Esteban, 25 de enero de 2025

Nací en Venta de Baños (Palencia), el día 18 de octubre de 1934, así que tengo ya 90 años cumplidos. Mi padre se llamaba Marceliano, había nacido en Valdeolmillos, también en la provincia de Palencia, y se dedicaba a la agricultura, por su cuenta. Sebastiana, mi madre, era de Astudillo, y allí se casaron. Al poco tiempo, se fueron a vivir a Venta de Baños, mi padre a trabajar en la Azucarera y mi madre de guarda barrera en el paso a nivel del tren situado en Hontoria. 

A la escuela asistí poco tiempo. Cuando tenía 12 años, salí del pueblo y me fui a Paredes de Nava, a trabajar en el campo. A los 18 años, toda la familia –mis padres y los seis hermanos– marchamos a vivir a Herrera de Pisuerga, a una finca llamada El Coto, perteneciente a doña Nati de la Fuente, hermana de don Hilario. En la casa, sirviendo para esa señora, se encontraba una chica llamada Esperanza Vallejo Herrero, y allí nos hicimos novios, ella con dieciséis años y medio, yo con dieciocho. Esperanza había nacido en Olmos de Pisuerga, cerca de Herrera, un 11 de abril de 1936. Con trece años se quedó sin madre y se dedicó a cuidar a su padre y a sus hermanos.

En 1954, con 20 años cumplidos, tuve que ir a la mili. Me tocó hacerla en el Regimiento de Infantería de Logroño. Al cabo de dos años, una vez licenciado, volví a casa, en Herrera de Pisuerga. Y después de otros dos años como novios, el 18 de octubre de 1958, sábado y día de mi cumpleaños, nos casamos Esperanza y yo en la iglesia de un pueblo llamado Cañizar de Amaya, cercano al coto donde vivíamos, aunque ya de la provincia de Burgos.

El mismo día de la boda llamó don Hilario proponiéndome venir a trabajar a Pedrajas, a la finca llamada La Dehesa. Pasamos la noche de bodas en Valladolid, en casa de mi hermano Fortu, que trabajaba en la construcción. Y el lunes siguiente me vine en el coche de línea a Pedrajas, a tratar del trabajo con don Hilario. Me ofreció 40 pesetas diarias, cuando en Herrera ganaba tan solo 25, así que no me lo pensé mucho y acepté, aunque me atreví a pedirle una peseta más y me dijo que sí. Dos días después, nos vinimos a vivir a la casa de la Dehesa. Esa fue la luna de miel que tuvimos.

En La Dehesa trabajé dos años como tractorista. A los tres o cuatro meses de estar asentados en Pedrajas, vino a vivir con nosotros Félix, mi suegro, ya jubilado, por no quedarse solo. Más tarde se nos unió mi cuñado, José Vallejo, que aquí formó su familia al casarse con Mari Ángeles Fernández Villarreal. 

En ese tiempo, año 1959, nació Jesús María, nuestro hijo, en la casa de la finca. Después, arrendaron las tierras los Ratillas de Íscar −Teodoro y Rufino− y me quedé con ellos como tractorista, aunque también manejaba la cosechadora y el camión, siempre en tareas agrícolas. 

En 1966, a los ocho años de estar en Pedrajas, nos vinimos a vivir al pueblo, a una casa que hicimos en la calle de La Bodega, en unos terrenos que compramos a los Oñates. La estrenamos en el mes de febrero y al mes siguiente nació en ella nuestra hija Mari Carmen. 

En esa época, se vinieron también a vivir a Pedrajas mis padres, acompañados por mi hermano Segundo. Mi padre, a trabajar para Emiliano Rincón, y mi hermano, de albañil con los Pitichañes. Para vivir, compraron una casa de la calle Revilla, donde ahora tengo yo el huerto. De esta manera, gran parte de nuestra familia se hizo de Pedrajas, aquí vivieron y aquí están enterrados. Y aquí nacieron mis dos nietos, Sandra y Alberto, hijos de Chuchi y María Jesús.

Pero no todo era trabajo. Los domingos echaba la partida a las cartas en el bar de Feliche, a la brisca. Y con otros matrimonios amigos, la mayor parte vecinos de la calle de La Bodega, salíamos por el pueblo, a tomar algo en los bares, al baile y a las vacas, con la manta, durante las fiestas. También hemos viajado fuera, a hacer turismo con nuestros coches y ver sitios, junto con Benigno y María, Félix y Mari, José Luis Lobo y Rosario, todos de la familia de los Extremeños. Con Benigno y María fuimos a conocer Carrascalejo, el pueblo de Cáceres del que proceden, acercándonos a visitar el monasterio de Guadalupe. Con Julio y Rosa, también vecinos, hemos ido ocho años de vacaciones con el IMSERSO.

En 1999, al cumplir los 65 años de edad, me jubilé, después de 39 años trabajando para los Ratillas. Sí que me pidieron que continuara algún tiempo más, pero dije que no, quería disfrutar de la jubilación, que bien merecida la tenía.

Para entretenerme empecé a cultivar un pequeño huerto en un solar de la calle Revilla, en el que planto lechugas, tomates, cebollas y pimientos. También he criado muchos años conejos en el corral de casa, que luego vendía a la gente. Además, en el bar de los mayores, echábamos la partida al tute segoviano.

Siempre me ha gustado mucho andar en bicicleta. Con quince años, estando en Paredes de Nava, me iba los domingos en bicicleta hasta Cordovilla la Real, más allá de Torquemada, unos 70 kilómetros, a ver a una novia que tenía allí y a bailar con ella en un baile con pianillo.

He estado conduciendo hasta los 88 años, lo tuve que dejar hace dos años por problemas en la vista. Me dio mucha pena, después de 50 años llevando mis coches y los vehículos de los Ratillas. Me ha gustado mucho la mecánica y siempre me he encargado del mantenimiento de mis coches. He tenido varios, una furgoneta Citroen, un Simca 1200 y el último, un Nissan. En el año 1964 saqué el carnet de primera en la auto escuela Velasco, de Medina del Campo.

Esperanza murió el 8 de noviembre del año 2020, una gran pena para mí después de 62 años de vida juntos. Aunque estuve un tiempo viviendo en casa de mi hijo, decidí volver a mi casita y así seguiré mientras pueda valerme yo solo. Eso sí, a diario voy a comer donde Jesús y los fines de semana donde Mari Carmen.

Todavía sigo cultivando el huerto y ando mucho con la bici. Todas las tardes, después de comer, voy a tomar el café al Centro de Día. Allí me junto con Pedro el del Cotarrón, Marcos Pérez, Chin el Herrero, Santiago Marcos y Ángel, el yerno de Cele. Pasamos muy buenos ratos juntos.

Y esta ha sido mi vida, perdonad si me he extendido al contarla. Solamente me queda agradecer a la Asociación de Jubilados este homenaje y deciros que me siento muy querido en Pedrajas después de tantos años entre vosotros.

GALERÍA FOTOGRÁFICA


Venta de Baños: Iglesia de Santa Rosa de Lima, hoy desaparecida, en la que me bautizaron.


Cañizar de Amaya: Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, 
donde me casé con Esperanza Vallejo Herrero.


Esperanza


Finca La Dehesa







Año 2008 / Bodas de Oro




26 de diciembre de 2024
Homenaje del Ayuntamiento de Pedrajas, como hombre de mayor edad.


En el Centro de Día, tomando el café por la tarde.

La bicicleta, una gran afición de toda la vida.