Tras casi 8 años prestando servicios en este Municipio, ha llegado la hora de abrir una nueva etapa en mi vida y cumplir un sueño vocacional que tenía desde la infancia: me incorporo a la plantilla de la Policía Municipal de Valladolid.
Sé que mi salida se ha producido de manera extraordinariamente precipitada y no he tenido tiempo de despedirme de muchos de vosotros como me hubiera gustado, por lo cual espero sirvan estas palabras para hacerlo de manera generalizada. Ha sido un placer trabajar con, por y para vosotros.
Amigos pedrajeros, siempre os tendré en el recuerdo, pues no olvido que mis hijos llevan el pañuelo de San Agustín. Nos vemos en el futuro, estoy seguro. Gracias.
Mario.
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