La lluvia, como estaba anunciado, impidió ayer, Viernes Santo, la celebración de la procesión que habitualmente suele celebrarse en dicha festividad.
Esta tarde, a las cinco, con un tiempo aceptable, ha recorrido algunas calles del centro del pueblo la procesión de la Soledad: Santa Ana, Ronda de Santa Ana, carretera de Alcazarén, Plaza Mayor, Real Nueva y Plazuela de San Agustín.
Abriendo la marcha, la Banda de Música de Pedrajas, seguida, como en años anteriores, por niños y adultos de la hermandad de Nuestra Señora de Sacedón, con su túnica blanca y manto azul. Por detrás, la imagen de la Virgen del Rosario, vistiendo manto negro, a hombros de mujeres, como es tradicional. Acompañando a la Virgen, varias mujeres vestidas de negro, con mantillas y peinetas. Lo mismo que las reinas de las fiestas, que junto a don Domingo y la corporación municipal cerraban la procesión.
La procesión se ha detenido unos minutos en la Plaza Mayo con motivo de la lectura de un relato en verso relacionado con la Pasión. Anocheciendo, a las nueve, ha tenido lugar la vigilia de la Resurrección del Señor.
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