El arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez, ha administrado esta tarde el sacramento de la confirmación en la iglesia parroquial de Pedrajas, acompañado por un diácono auxiliar; por don Domingo, nuestro párroco, y por don Jesús, párroco de Íscar.
Como él mismo ha indicado, se trataba de la primera visita que realizaba a nuestro pueblo, precisamente un día después de celebrar el 25º aniversario de su ordenación episcopal en Santiago de Compostela. Por este motivo, a modo de felicitación, ha recibido un fuerte aplauso de todos los presentes en el acto, especialmente familiares y amigos de los jóvenes que han recibido la confirmación, que hoy llenaban la iglesia.
La ceremonia ha comenzado con la presentación de los jóvenes -59 hemos contado-, entre los que se contaban cuatro o cinco de la vecina Íscar, que por diversas circunstancias no podrán estar presentes dentro de algunos días, cuando se celebre ese mismo sacramento en dicha villa. En su homilía, don Ricardo ha explicado detenidamente el hondo significado del sacramento de la confirmación, que supone recibir los dones del Espíritu Santo. Una celebración que asumen con la máxima libertad, desde dentro del corazón.
Seguidamente los jóvenes se han acercado al pie de las gradas del altar mayor para recibir la unción de manos del señor arzobispo, acompañados por sus respectivos padrinos, que colocaban sobre su hombro la mano derecha.
Acabada la eucaristía, los jóvenes han presentado sus ofrendas al Señor: una vela encendida, pan, vino y unos rosarios que posteriormente han entregado a los confirmados los catequistas que se han encargado de su formación. En sus palabras finales, el señor Arzobispo ha pedido a los jóvenes dos cosas bien sencillas: leer la Biblia todos los días, unos minutos, y participar los domingos en la eucaristía.
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