QUINTOS DEL 62

Dedicado a todos los Quintos del 62 de Pedrajas de San Esteban. A los que estando pudieron y quisieron asistir a la celebración el día 29 de septiembre, a los que estando no pudieron o no quisieron ir y, sobre todo, a los que no fueron porque ya no están.

Nacidos en 1962 – Pedrajas de San Esteban

Cincuenta Aniversario

29 de septiembre 2012

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Cincuenta años, medio siglo  y nos parece mentira que seamos nosotros, los del 62, los protagonistas de esta larga historia. No podemos empezar a celebrar si no es trayendo el recuerdo emocionado de aquellos quintos del 62 que ya no están de modo físico pero cuya presencia es real entre todos y que seguro celebran alegres con nosotros desde allí, desde el Cielo: Jesús,  Luis, José Luis y Charo.

Nunca olvidaré  los nervios de Charo unos minutos antes de la misa el año que cumplíamos 45. Pendiente de las flores, las lecturas y, sobre todo,  de recordar a las dos personas cuyo novenario se celebraba en la misma misa: “No se te olvide recordarlas” - me decía según subía a leer después de la Comunión, como lo hago ahora.

Charo, hoy te recordamos todos con la misma fuerza y ahínco  que tu demostraste tener en  vida.

Nacimos el año en que Los Rolling Stone se constituyen como banda, en el mismo que Los Beatles lanzan su primer disco y en este año también publica su primer trabajo Bob Dylan. Pero a pesar de que ellos formen parte de la banda sonora de nuestras vidas, los protagonistas hoy somos nosotros: Los Quintos del 62 en Pedrajas de San Esteban.

Hacemos piña y nos sentimos unidos por haber compartido maestros, juegos, peñas y bailes. Y estando juntos, en grupo, es muy fácil que se escape una sonrisa recordando lo vivido. Y estamos de acuerdo cuando uno dice que para juegos buenos las parrancas o el burro. Por no hablar de la peonza que, por cierto, ha vuelto a ponerse de moda.

Quién nos iba a decir entonces que aparecerían juegos tan sofisticados como la PSP o la Play Station. O que para quedar con los amigos sería necesario un minúsculo teléfono que se guarda en el bolsillo o un ordenador para escribir mensajes y mandar fotos a través de las redes sociales como Facebook o Twenty. Con lo fácil que era echar a correr después de comer – a pie o en bici- a la casa del amigo o amiga que vivía más cerca y preguntar titubeantes a su madre  “¿Qué si le deja salir?”

Entonces nuestro  “Espacio Joven” era la calle entera, con el campo de fútbol, la plaza y Las Farolas, adonde íbamos, no solo los domingos, sino a diario, con la merienda, después de la escuela. Y los cromos, las chapas o los alfileres, la Nancy o Geyper-Man, los juguetes más divertidos y los más modernos.

Hemos llegado sin darnos cuenta a tomar el relevo de nuestros padres. A ocupar la primera línea de acción, y  sentimos tanta admiración y agradecimiento por ellos, por su esfuerzo y sacrificio, que nos preocupa no saber hacerlo tan bien, no estar a su altura.

Esta desazón se hace más visible para aquellos  que además sois padres y que  ahora os toca tutelar, custodiar y dejar libertad a vuestros hijos para que sean ellos protagonistas de sus propias vidas. Tarea difícil ¡Bien difícil!!!

Empezamos a entender tantas cosas que encontrábamos “sin sentido”. Se repite el ciclo natural de la vida, los choques generacionales, y surgen las mismas  discusiones entre padres e hijos, pero ahora estáis  del otro lado.

En fin, ya no nos queda más remedio que aceptar con responsabilidad las consecuencias de las decisiones tomadas y afrontar con discreta valentía las circunstancias adversas de la vida.

¿Cincuenta años? ¿Tantos? – SÍ.  No sólo porque, en el mejor de los casos, peinemos canas o porque muchos sin gafas no vemos de cerca, que también, sino porque hemos aprendido que en la vida se suceden inevitablemente los acontecimientos, y a los tristes y amargos les siguen los alegres y felices. Saber dar a cada momento su valor real,  tratando de encontrar la serenidad y el sentido de nuestras vidas es el largo camino que aún nos queda por recorrer.

¡¡¡Que sea siempre viviendo, sintiendo de forma plena!!!

    Consuelo Herrero Sanz.