Nubes y sol, alternando, con suave viento, un tanto fresco, han caracterizado la mañana de la romería de Sacedón. A las doce y cuarto de la mañana comenzaba la misa en la pradera de la ermita, recién ampliada, concelebrada por Domingo, nuestro párroco, y Toñín “Correa”, siempre presente en la fiesta de la Patrona.
Clavado en el tronco del Pino de la Virgen, un cartel, con esta inscripción: “HOMENAJE POPULAR AL PIÑERO DEL PUEBLO PEDRAJERO / POR BAJAR LAS PIÑAS CON ESMERO Y SALERO”. No hemos logrado averiguar quién ha sido el poeta autor de estos versos, tal vez uno de los dos piñeros que bajaron hace ya unos días este singular pino, subiéndolo con escalera, no con cesta, como suponíamos.
La Virgen lucía por primera vez una mantilla blanca que dicen ha regalado una señora de Medina del Campo llamada Maruja, sin ninguna vinculación especial con Pedrajas. También ha regalado otra, de color negro, para la Virgen del Rosario.
En los momentos finales de la misa, Domingo ha invitado a Toñín a pronunciar unas palabras. Éste ha empezado manifestando que es triste caminar por las calles del pueblo y escuchar cómo blasfeman algunos muchachos, traicionando la educación recibida de sus padres. Después ha indicado que es de los que más conocen a la Virgen y que estaba seguro de que a la Virgen no le gustaba que esos muchachos blasfemaran: “A ver, a los que no les guste que blasfemen, que levanten la mano, que se sepa.” Y la gente, en verdad muy sorprendida, ha levantado la mano, como no podía ser de otra manera. Concluida la misa, con el canto de la salve popular, la gente se ha dispersado por los corros, las casetas y las atracciones de feria, este año muy numerosas, pues habían estado muchas de ellas hace un par de días en Villalar.
A las cinco de la tarde el esquilín de la ermita anunciaba a los romeros que la procesión estaba a punto de comenzar. Desde algún puesto cercano llegaba un olor penetrante al caramelo de las almendras garrapiñadas. Encaramado en una silla, para ver y oír bien, Luis Salamanca, megáfono en mano, ha iniciado la subasta de las andas. Con los brazos de adelante, en 550 euros, se han quedado varios miembros de una misma familia, de tradición piñera: Cándido Lozano Salamanca y sus sobrinos Luis Lozano Espina y Joaquín Lozano Martín. Los brazos posteriores se han adjudicado en 250 euros a la peña “Amigos del Lechazo”, fieles a su devoción de llevar -un año más y van once seguidos- a Nuestra Señora de Sacedón.
A los acordes de la Marcha real, interpretada por el grupo de dulzaineros de nuestro paisano Mariano Arranz Requena, vecino de Mojados, ha salido la Imagen de su santa casa ante el pueblo congregado a su entrada. En cabeza, presidiendo la procesión con la vara, la mayordoma María del Carmen González Lozano. Antes de “cruzar el arroyo”, se han vuelto a subastar las andas. Han valido más que otros años en este sitio. Con los brazos de adelante se ha quedado, en 350 euros, Joaquín Lozano Salamanca. Con los de atrás, por 150 euros, Sergio Sanz Toquero.
Con cierto cuidado, pero con el empuje necesario, los portadores de la Virgen han subido la cuesta que por encima de la fuente llega hasta el hito que señala el límite del antiguo término de Valviadero, junto al Camino Real de Segovia a Valladolid. Hoy los danzantes apenas han levantado polvo, pues se encontraba el camino muy regado por las lluvias de estos últimos días. A esa hora se han incorporado a la fiesta numerosas personas procedentes de los pueblos de alrededor, que no suelen faltar a nuestra romería. Pasando junto al Pino de la Virgen, se ha regresado de nuevo hasta la verde pradera. La procesión ha disminuido el ritmo de la marcha.
De nuevo, la subasta de las andas, ahora para ver quién tiene el honor de introducir a Nuestra Señora en su morada. Luis Salamanca ha ido animando, hábilmente, a los que deseaban pujar. Al final, se ha quedado con los brazos delanteros otra familia de piñeros, los hijos de Apolinar Arranz, en 800 euros. Los de atrás han sido para el matrimonio formado por José Antonio Sanz Escarda y Verónica Esteban Sangrador, en 350 euros. Antes de bailarse las últimas jotas, la procesión ha retrocedido unos cuantos para que durara un poco más.
Con la imagen de Nuestra Señora ya dentro de la ermita, se ha procedido al intercambio de la vara entre la mayordoma saliente, María del Carmen González Lozano, y la entrante, Milagros Moríñigo Rupérez, en presencia de Domingo, nuestro párroco, que ha dedicado unas palabras a ambas, en presencia de numerosas personas, especialmente familiares y amigos. Y en tan emotivo momento, han saltado algunas lágrimas, algo habitual en este acto.
Éste ha sido, en grandes rasgos, el desarrollo de la romería de Sacedón del año 2011. Una fiesta marcada por un tiempo aceptable y numerosa afluencia de romeros. Este año se han recaudado 2.450 euros en las subastas de las andas, 200 más que el año anterior. Recordemos que en el año 2008 se ofrecieron 3.005 euros, la mayor cantidad de todos los tiempos; al año siguiente, en 2009, 2.525 euros.
Que el año que viene tengamos la fortuna de volver a disfrutar de la fiesta de Sacedón.