La pasada noche han realizado botellón en el primero de los bancos instalados junto a los muros del cementerio, según se llega desde Pedrajas, cerca de la entrada a la parte nueva del recinto. Un lugar poco apropiado, por razones que todos conocemos.
Es posible que sus autores hayan tenido que dejar el lugar precipitadamente, pues han quedado abandonados en el suelo los envases de vino y bebidas refrescantes, casi llenos, los vasos de plástico y una mascarilla de color morado, qué casualidad. Ya está todo recogido y limpio el sitio.
Aprovechamos para decir que ya hace unos días se limpió todo el cementerio, aunque las rachas de viento de ayer por la tarde provocaron la acumulación de hojas y broza en algunas partes del mismo.
Hoy en un reportaje publicado en la edición impresa de El Norte de Castilla se dice que los pueblos piden vigilancia para frenar las reuniones en las “no fiestas”. Muy bien. Nos han contado que anoche en el local de cierta peña de Pedrajas hubo animación hasta altas horas de la madrugada. Y no estamos en fiestas… Todo hay que decirlo, a eso de la una y media de la mañana vimos patrullar a dos coches de la Guardia Civil no lejos de allí, aunque no acertarían a pasar por la puerta de la referida peña.
Pero la vida sigue también su curso habitual en algunas actividades, como el paso de un rebaño de ovejas recién esquiladas paciendo en los secos rastrojos de las tierras situadas frente al camposanto, levantando nubes de polvo.
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