lunes, 1 de abril de 2019

ALCAZARÉN: III JORNADAS DEL VINO COSECHERO

La villa de Alcazarén ha celebrado el pasado fin de semana sus III Jornadas del Vino Cosechero Alcazareño, que tienen como primer objetivo dar a conocer y premiar los vinos que sus vecinos elaboran con uva de sus viñas, al estilo tradicional. 


El cultivo de la vid ha tenido gran importancia a lo largo de la historia en dicha villa y se está revitalizando en los últimos tiempos con nuevas plantaciones en diversos parajes de su término municipal, incluido en la denominación de origen “Rueda”. En siglos pasados eran muchos los vecinos de Pedrajas que poseían viñas en el término de Alcazarén en una zona cercana al Cotarrón, conocida entre nosotros como “las Viñas de Alcazarén”. En clara relación con la importancia del cultivo de la vid se hallan las numerosas bodegas subterráneas existentes en las afueras de la localidad, algunas de gran antigüedad.

El sábado, a partir de las 12:30 horas, tuvo lugar la presentación y cata de los 17 vinos de la cosecha de 2018 presentados a concurso, en sus dos modalidades, blanco y rosado. Después de unas palabras de la alcaldesa de la villa, Ana Isabel Catalina, comenzó la cata y valoración de los vinos presentados, que estuvo a cargo de alumnos de la Escuela de Sumilleres de Valladolid. Al mismo tiempo, José Carlos Álvarez Ramos, doctor ingeniero agrónomo y enólogo, impartió una conferencia sobre “El gusto del vino a través de la historia”, que resultó muy interesante.




Una vez acabada la cata y valoración de los vinos, se dieron a conocer los resultados y se entregaron los diplomas de participación y premios anunciados. 

CATEGORÍA DE VINO BLANCO

1º premio: Restituto Villarreal López
2º premio: Ángel Rojo Macías
3º premio: Narciso Herrero Vega

CATEGORÍA DE VINO ROSADO 

1º premio: Ángel Quinzaños Santander
2º premio: Bernardo Rojo Macías
3º premio: Miguel San José Barrios


La actividad concluyó con una cata general de los vinos presentados a concurso por parte de todos los asistentes, en la que los cosecheros premiados ocuparon un lugar destacado. Fuera de concurso presentó su vino blanco José Carrasco, un pedrajero avecindado en Íscar, que elabora sus propios vinos con uvas de la zona, entre ellas algunas producidas en las últimas viñas existentes en Pedrajas, por detrás de la cuesta del Burro. Antes, nos lo había dado a probar, a Cruz Catalina y a mí, como paisanos, y nos pareció muy bueno.

Las jornadas concluyeron el domingo por la mañana, con una visita a Nava del Rey, una villa que ha vivido históricamente del vino. En primer lugar, se recorrió la iglesia de los Santos Juanes (San Juan Bautista y San Juan Evangelista) que impresionó a los alcazareños por su grandiosidad y la cantidad y calidad de las obras de arte que atesora. Después, se visitó una de las bodegas subterráneas de la localidad, situada, como todas ellas, debajo de una vivienda. En ella, el técnico de la oficina de turismo de Nava, explicó la trascendencia de la elaboración del vino rancio en la historia de la villa, cuya conservación durante años posibilitaba su venta en lugares muy lejanos, a precios muy elevados.





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