Una mujer entra en la consulta del médico:
-Doctor, doctor, ¿qué me dijo, Libra, Piscis o Sagitario?
-Cáncer, señora, la dije cáncer.
Pensaba empezar este discurso como empieza la mayoría: narrando el principio de todo. Ya sabéis: el día que la enfermedad llama a tu puerta diciendo: "Ey, soy yo, el Cáncer, estoy aquí."
Después seguiría con los tópicos: esos que hablan de vosotros como si fueseis guerreros en medio de una cruenta batalla. O los que os retratan ganando al malvado, como los superhéroes de las cómics que leíamos de niños. Pero pasa que yo no me siento en medio de ninguna guerra, y que ni llevo capa ni tengo superpoderes.
Al final, acabaría con alguna frase profunda. Sí, una de esas sacadas de internet y que hacemos nuestra en épocas difíciles. No sé, algo del tipo: "El cáncer no la hizo ponerse de rodillas, la hizo poner los pies sobre la tierra."
Pero hoy el tema no va de eso. Esta noche no hablaré de tristeza, de batallas que librar, ni del poeta interior que a veces emerge en momentos dolorosos. Hoy es un día alegre, por eso se me ocurrió empezar con un chiste, aunque sea malo. Porque yo creo que del cáncer también podemos (y debemos) reírnos. Y algunos sé que lo habéis hecho, a carcajadas, posando para este calendario.
Aún recuerdo la primera vez que oí hablar de él a Fermín y Sonia. Estos dos están locos... pensé. ¿Un calendario erótico en Pedrajas? Nadie se va a querer prestar a eso.
NUNCA me he alegrado tanto de equivocarme, porque resulta que esa locura, esa bendita locura, movió de alguna manera a todo un pueblo, mi pueblo.
Y quiero destacar sobre todo la lección que, al menos a mí, me han dado las personas más mayores. Porque tanto los comentarios como la respuesta han sido a veces mucho más positivos que los de la gente más joven y a priori más abierta. ¡Que estamos en las paredes de muchísimas abuelillas, vaya!
Así que gracias, gracias a toda la gente que ha participado de alguna manera en esta locura. Gracias a los ideólogos, a los modelos, a los patrocinadores, al poeta, al diseñador, a los puntos de venta, al Ayuntamiento de Pedrajas... y sobre todo gracias a los protagonistas de esta noche: los FOTÓGRAFOS.
Porque esta noche es vuestra, sin vosotros esto no habría sido posible. el componente más importante de una cámara es, sin duda, el que está detrás de ella:
Carlos, Íñigo, Mino, Juan y Jesús.
Gracias, mil gracias por vuestro tiempo, por vuestra generosidad al involucraros altruistamente en este proyecto. Por hablarnos tan bonito, y digo hablarnos porque la fotografía, además de un arte, es un lenguaje único y hermoso.
Todos hemos oído alguna vez eso de que una imagen vale más que mil palabras, así que no hay mucho más que decir porque eso lo resume todo. Gracias por captar, más que momentos, almas.
Y para terminar sólo deciros que disfrutéis mucho, hoy y siempre, y que riáis, aunque sea de un mal chiste, porque la risa, como bien sabéis, es un arma muy muy poderosa.
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