sábado, 25 de agosto de 2018

SAN AGUSTÍN 2018 - 1

VIERNES 24, LA VÍSPERA

Buen tiempo y mucha animación en el día de la víspera de las fiestas de San Agustín de 2018. A las cinco de la tarde, como estaba anunciado en el programa, el estallido de los primeros cohetes y el repique de las campanas de la iglesia anunciaban el comienzo de las actividades festivas. La Banda de Música de la Asociación Musical “Perindola” comenzaba el primero de sus pasacalles.

A esa hora tan temprana, comenzaban a congregarse en las pistas deportivas del parque “Jardines de Castilla” algunas peñas, sobre todo de gente jovencilla, mojándose unos a otros con el agua del estanque de la fuente. Por segundo año consecutivo se ha celebrado en ese mismo lugar la fiesta del color, consistente en repartir bolsitas con polvos de diferentes colores, muy llamativos, que combinados con el agua han ido tiñendo de colorido cuerpos y atuendos. Como el año pasado hubo gente que abusó acaparando bolsitas, en esta ocasión ha habido que solicitarlas previamente y la gente tenía que mostrar el documento de concesión para que se las entregara. Por eso había una cola muy larga, esperando el turno para recibirlas.

Animando el espectáculo, en la terraza de las gradas del frontón viejo, para no mojarse ni impregnarse de colores, estaban los componentes de la charanga La Gaveta. A su lado, las reinas de las fiestas y algunos miembros de la Corporación municipal, que también se han sumada a la guerra de los colores, pues de una guerra parecía tratarse. Junto a ellos, dominando desde lo alto el campo de batalla de la pista deportiva, los chicos y chicas de la prensa, con nuestras cámaras, procurando no ser alcanzados. 

La guerra del agua.

Las reinas de las fiestas.

A la cola para recibir los sobres de colores.

La charanga "La Gaveta" con su aprendiz Mario.








A las seis y media de la tarde, aproximadamente, las peñas han comenzado a desfilar por la calle de San Andrés, precedidas por la charanga. Al paso, desde lo alto de un par de balcones se ha lanzado agua sobre los peñistas, que pedían más y más.  Por la avenida de España y la carretera de Alcazarén, el gentío ha llegado a la calle del Pozo Bueno y desde allí ha alcanzado la Plaza Mayor por la plazuela de la Fuente del Caño. Allí esperaba ya mucha gente, eso sí a la sombra, pues el sol calentaba todavía. Pasado un rato,  a los sones del himno nacional, en presencia de autoridades locales y provinciales, las Reinas de la Fiestas han izado las tres banderas oficiales hasta lo alto de la Casa Consistorial, junto a la campana del reloj de la villa.















Después de unas palabras en altas voces del señor alcalde a la juventud, preguntándoles si de verdad querían que comenzaran las fiestas, surcaba los cielos un cohete volador que estallaba en el aire: era el chupinazo que anunciaba el comienzo oficial de las fiestas. Y con el chupinazo, el agua va, desde el balcón del Ayuntamiento. Agua y más agua, fresquita, lloviendo sobre la gente joven, que de esta manera se desprendía de los colores que impregnaban su cuerpo y sus ropas. Había también algunos niños, en primera fila, como los valientes, iniciándose en esta costumbre ya tradicional de nuestras fiestas principales. Tampoco han faltado este año los cantos habituales: “Iscariote el que no bote es, es”, “Pedrajas en fiestas, Íscar j…”, “Íscar enemigo, Alcazarén amigo”, “Esto no es nada, estamos empezando”. Tranquilos, en el pueblo de al lado sucede lo mismo, se acuerdan de nosotros. Pero que conste que en el fondo nos queremos….












Era pronto, quedaba mucho tiempo por delante para cambiarse de ropa, dar una vuelta por las calles del centro, tomarse algo en alguna terraza… y buscar un buen sitio donde ver el primer encierro de las fiestas, en las talanqueras, en los burladeros de las casas, en las tapias de los corrales o en la Plaza de Toros, en la que se ha vuelto a cobrar un par de euros por entrar, como el año anterior. Pero la Plaza estaba llena.

Con cierto retraso, pasadas ya las ocho y media de la tarde, ha comenzado el primero de los encierros, abriéndose momentos antes las puertas grandes del coso. Se han soltado tres novillos, uno negro y dos rojos, de uno en uno, que han regresado al coso muy cansados, sin que sepamos si han dado mucho juego en la calle. Para eso ha sido necesario el concurso de los bueyes, algunos con cadenas y acompañados por un guía, como en las fiestas pasadas. Acabado el encierro, se han soltado dos novillos y una vaca en la plaza para los aficionados, la probadilla, que han dado buen juego.

A las doce y media de la noche, creemos que un poco tarde, especialmente para los forasteros que nos visitan, actuará en la Plaza Mayor la orquesta “La Fórmula”.

El torilero, camino de los toriles.










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