viernes, 3 de agosto de 2018

PREGÓN DE LAS FIESTAS DE 2018

PRONUNCIADO POR MARÍA DE LOS ÁNGELES SANZ ROMO

Pedrajas de San Esteban, 2 de agosto de 2018


Buenas noches:

Señor Alcalde, Corporación Municipal, autoridades, reinas salientes Nerea, Andrea y Laura, reinas entrantes Ana, Sofía, Estrella.

Pedrajeros y visitantes que nos acompañan.

Quiero mostrar mi más sincero y emotivo agradecimiento por el ofrecimiento como pregonera de las Fiestas San Esteban y San Agustín 2018. Este acto perdurará en mi memoria para siempre, os lo aseguro.

No puedo comenzar mi pregón de otra manera que recordando mi niñez en este mismo barrio, ahora “Parque Jardines de Castilla”, y por entonces, el barrio de las piscinas. Se agolpan en mi memoria infinitos momentos vividos en estas calles, con mis vecinos y mi familia. Noches de San Juan a golpe de “tapaderas”, tardes corriendo y jugando entre los pinares que le rodeaban, y esos juegos infantiles en la “Huerta de Don Seve” entre los maíces, veranos llenos de niños. Por aquel entonces esto era un barrio de matrimonios jóvenes que comenzaban a formar sus familias. ¡Bendita niñez! ¡Qué etapa más emblemática para ser felices de mayores!

Permitidme que este pregón sea un homenaje a mis padres, a mis hermanos, a mi familia y a mis amigas.

Unos padres humildes y trabajadores, que me inculcaron los valores para ser hoy la persona que soy. Unos padres que me enseñaron las costumbres y tradiciones de mi pueblo, Pedrajas. Sois todo un ejemplo de superación para mí y deseo deciros que os quiero con toda mi alma.

Soy nieta de “El Sereno” y de “los carreteros”. Orgullosa de serlo, entre otras cosas, por ser profesiones únicas y valoradas en este pueblo. Somos cinco hermanos, y no quiero decir éramos porque están muy presentes en mi vida. Tengo los mejores recuerdos que se pueden dejar cuando te vas, una bonita infancia y una adolescencia con la risa por bandera.

Recuerdo los días de Sacedón, que para cualquier pedrajero es el día para celebrar nuestra patrona, la Virgen de Sacedón. Día en familia y amigos, mi padre preparando la limonada para compartir con amigos y conocidos, y todos nosotros a su alrededor para probarla. Unos meses más tarde llegaban las fiestas de San Esteban y San Agustín, fechas marcadas en el calendario. Recuerdo cómo en las vísperas mi madre nos confeccionaba los pantalones blancos, planchaba los pañuelos, los fajines, y los nervios y emociones inundaban todas las estancias de la casa. A mi hermano José, viviéndolas con tanta intensidad que no quería perderse nada de lo que aconteciese durante esos días. Mi hermano Miguel, con su típica bata blanca y aquel santuario de “esas cosas” que no sabemos para lo que servían, pero que él se las colgaba de año en año como si de un ritual se tratase. Mi hermano Javi, preparando su pozal y bailando en las verbenas como si no hubiese un mañana. Mi hermana Mari Carmen, con ese espíritu de vida que la caracterizaba. De ella es de la que tengo más vivencias, ya que éramos inseparables. Mis padres me enseñaron a disfrutar las fiestas de San Agustín de esa forma tan especial, viviéndolas con el corazón. ¡Con qué alegría se disfrutaban en esa peña de amigos, que se convirtió en familia, “Los Candajos”, mientras que los pequeños de las casas bailábamos al son de sus cánticos!

Soy pedrajera y siempre llevo a Pedrajas dentro de mí. Recuerdo también aquellos jueves de verano, que han formado parte de nuestra juventud. Venían muchos chicos forasteros, muy apuestos, y yo elegí a uno de ellos, José Luis. A los pocos años nos casamos y formamos una pequeña familia. Lo convertí en un pedrajero más, porque siente Pedrajas como suyo.

En los últimos años, la vida me puso de nuevo a prueba, cuando parecía que ya nada más podía ocurrir, llegó esta enfermedad que piensas que a ti nunca te va a tocar. Tuve que afrontarla con las pocas fuerzas que en ese momento me quedaban, apoyándome en mi familia y amigas, con una hija adolescente viviendo momentos que no la correspondían por su edad. Lydia, vi en ti lo que hasta entonces no había visto, una fuerza y madurez que el tiempo te adelantó. Te quiero, Lydia, y estoy muy orgullosa de ti. Y a ti, José Luis, gracias por ser tan incondicional conmigo.

No puedo dejar de mencionar a mis amigas. Habéis sido un pilar fundamental para mí. Se dice que quien tiene un amigo tiene un tesoro, por lo que yo soy especialmente rica por teneros. Sin vuestro apoyo, risas, lágrimas y conversaciones no hubiese podido superar tantos obstáculos. 

Me convertí en el año 2016 en Presidenta Local de la AECC, cargo que ejerzo con orgullo y compromiso. Intento hacerlo lo mejor que puedo, pero Pedrajas es tan solidario, que la tarea me resulta más fácil. Gracias, Pedrajas, por apoyar siempre esta causa. En la AECC podéis encontrar todo el apoyo para los enfermos y familiares.  Esta asociación atiende cada año a casi medio millón de personas en España, de la cuales 7.201 han recibido sus servicios en Valladolid. La asociación tiene numerosos proyectos de sensibilización social y de ayuda a la investigación con voluntarios que aportan su tiempo y experiencia vital. Hago un llamamiento al gobierno y a las instituciones públicas para que apoyen más la investigación, porque gracias a ello personas como yo podemos continuar hacia adelante. A todas las personas que en este momento estén luchando contra esta enfermedad, deseo darles un mensaje de esperanza y supervivencia.  Lo que te ocurre en la vida, si no puede contigo, te hace más fuerte y te enseña a vivir, valorando mucho más las pequeñas cosas.

Quiero agradecer también a las asociaciones culturales, deportivas y solidarias tan dinámicas que tenemos y que consiguen que la actividad cultural fluya en este pueblo. Seguid haciéndolo y creciendo.

A Serpentina Teatro, a la cual pertenezco, agradecerla que me hagan sentir en familia y que hayan logrado numerosos reconocimientos y premios. El hecho de haber podido disfrutarlo junto a vosotros, ha sido un motivo más de ilusión añadido a mi vida. Formáis parte de ella.

Cuando todo se acaba, sólo queda agradecer. Cuando se ha perdido todo, la única salida es comenzar de nuevo.

Agradecer a la vida por regalarte tanto, aunque también enfadarte con ella por arrebatártelo.

Agradecer a las personas que te escucharon y apoyaron cuando las necesitabas, cuando tus días eran tan malos, que no hubieses deseado ver amanecer.

Agradecer a los que hicisteis felices a los que ya no están con nosotros.

Agradecer esos abrazos de consuelo y las palabras de apoyo, cuando te estás tambaleando entre el dolor, la desesperación y el llanto.

Dar gracias al tiempo, que cierra heridas y que deja que lo disfrutes minuto a minuto.

Agradecer a los que estuvieron a tu lado cuando todo desaparecía.

Aprender a decir te quiero o dar un beso sin esperar al día siguiente.

Agradecer a mi pueblo, Pedrajas, por darme tanto, por vivir aquí día a día, recorriendo sus calles y viendo a sus gentes. Poder disfrutar de todo lo que este pueblo ofrece, que es mucho.

Dar las gracias a todos los alcaldes y corporaciones, que durante todos estos años han trabajado por Pedrajas. Todos han aportado para que este pueblo sea hoy lo que es.

Cuando todo se acaba, sólo queda agradecer, porque este final, sólo es el principio de algo más grande.

A vosotras reinas, pequeñas hechas mujeres, que os he visto crecer junto a mi hija, en todos los momentos más importantes de vuestras vidas, año tras año, y hoy no podía ser de otra manera. No quiero olvidarme de esa madre y amiga, Concha, que ya no está, pero que fue testigo junto a mí de esos momentos.

Quiero transmitir fuerza y mucho amor. A la juventud, deciros que a pesar de todos los inconvenientes que os pongan la vida y la sociedad, luchéis por vuestros sueños, y a los que lo habéis conseguido, daros la enhorabuena. No os olvidéis de llevar a Pedrajas por cada lugar al que vayáis, incluso fuera de nuestras fronteras.

Y para finalizar, pedrajeros, deciros que no dejéis estas fiestas de llenar nuestras calles de alegría. 

A las reinas, disfrutad de vuestro reinado, que vuestra belleza, juventud y simpatía sea un emblema para todos los pedrajeros y visitantes.

Os deseo Felices Fiestas.

¡Viva San Esteban!
¡Viva San Agustín!
¡Viva Pedrajas!


SEMBLANZA

Mª Ángeles Sanz Romo nació en Pedrajas de San Esteban en 1967. Cursó sus estudios básicos en el colegio público “Virgen de Sacedón”. Casada y madre de una hija.

Dedicó gran parte de su vida profesional a la confección textil, sector importante en esta localidad. Posteriormente trabajó de dependienta en el sector de la alimentación.

En 2016 y tras superar un cáncer de mama aceptó ser la Presidente Local de la AECC en Pedrajas de San Esteban, cargo filantrópico que desempeña con ilusión, mostrando una historia de superación personal, con el fin de ayudar a otras personas que sufren esta enfermedad. Miembro actual del grupo de teatro “Serpentina”.

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