miércoles, 22 de agosto de 2018

LA PLAZA DE TOROS PORTÁTIL

Hace 50 años, en las fiestas de San Agustín de 1968, los festejos taurinos de Pedrajas se celebraron por vez primera en una plaza de toros portátil, en alquiler, formada por elementos de hierro y madera. Era alcalde el señor Luis González Cerezano.

Un pequeño cartel, anunciador de las ferias y fiestas de ese año, que conservamos en nuestra colección particular, aparece encabezado por el titular: “PLAZA DE TOROS DE PEDRAJAS DE SAN ESTEBAN. METÁLICA.” En la primera de las novilladas, el día 28 de agosto, torearon la rejoneadora Antoñita Linares el novillero vallisoletano Roberto Domínguez. Al día siguiente, lo hicieron el rejoneador Cándido López y Manolito Sánchez, otro diestro de la tierra. Finalmente, el día 1 de septiembre, volvió a torear Roberto Domínguez, en compañía de Antonio Porras, el Espejeño. Los novillos lidiados en esos tres festejos pertenecían a la ganadería de don José Luis Mayoral, de Salamanca.

Esta plaza se instaló en el mismo lugar que ocupa la actual, junto a la calle del Alamar. El recorrido de los encierros “al estilo de la villa”, como se decía antiguamente, tuvo que variar, prolongándose por toda la calle del Pozo Bueno hasta llegar al nuevo coso, mediada la calle del Alamar. 

En octubre de 1972, el Ayuntamiento de Pedrajas adquirió la plaza de toros portátil instalada ese año en las fiestas de San Agustín, para convertirla en fija. Para ello se realizaron obras de cerramiento, empleando bovedillas de cemento. También se construyó una pared que sirviera de contrabarrera. Poco a poco, la plaza fue experimentando nuevas mejoras, en los palcos de la presidencia, los toriles… Hay muchas fotografías que nos permiten recordar cómo era esa plaza que estuvo en funcionamiento hasta el año 1992, en que se construyó e inauguró la actual.

En esta fotografía de las mulillas puede apreciarse el cerramiento de la plaza.

La peña Los Mazos, dedicada a la limpieza del ruedo, desfilando antes de una novillada.

La peña El Trébol, con sus reinas, desfilando.

 Las pancartas de las peñas se colocaban en lo alto de las paredes de la plaza.
Una costumbre, la de las pancartas, que debería recuperarse, promocionándola.


 Festival de peñas.

 En esta foto puede verse el palco de la presidencia.

Otro detalle de la plaza, con los toriles al fondo, en un festival de peñas.

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