sábado, 27 de agosto de 2016

SAN AGUSTÍN 2016 – 3

ENCIERRO EMOCIONANTE EN LA MAÑANA DEL SÁBADO DE LAS FIESTAS

Daban las nueve de la mañana en el reloj de la villa. Las vecinas, como todos los días, barriendo la puerta de su casa. A lo lejos, retumba la música de una peña o de un coche todavía en botellón. El pueblo se despereza lentamente después de una larga noche de fiesta a las puertas de las numerosas peñas que ocupan el casco antiguo del pueblo. De vez en cuando aparece un pequeño grupo de jóvenes que aún no se ha retirado a descansar.

Se acerca la hora del encierro y apenas se ve gente en las calles del recorrido, que Luis va regando con el pequeño camión motobomba. La Banda de Música aparece por el fondo de la calle del Alamar, entra en la Plaza de Toros, da la vuelta al ruedo y regresa por el mismo sitio.









Al fin, va apareciendo la gente, ocupando los tendidos, los puestos de las talanqueras y burladeros, los balcones de las casas… Hoy es un encierro especial, por primera vez se van a soltar los novillos que se lidiarán en la corrida de esta tarde. Han dado ya las once de la mañana hace un rato, cuando el estallido de los cohetes anuncia la suelta de las reses desde los toriles de la Ronda de Santa Ana. En veloz carrera la manada enfila la calle del Pozo Bueno y avanza por la del Alamar. Antes de entrar en la Plaza, se adelanta un novillo rojo, pasa por encima de un mozo caído y derrota contra las talanqueras de enfrente, golpeando a uno de los que intentan escapar por ellas. Son momentos de angustia y confusión, por no saber el alcance las lesiones. Una ambulancia se acerca a recoger al herido para trasladarlo al hospital. Más tarde, llegaban noticias tranquilizadores: no había lesiones graves.




El hombre de la camiseta verde, a punto de ser arrollado por el novillo.

En el momento de ser golpeado.

Sale del recorrido pasando entre las talanqueras. 
Aparentemente no le ha ocurrido nada, pero enseguida cae al suelo.



Llega la ambulancia a recoger al herido, en presencia de numerosos curiosos. 

Acabado este encierro, se han soltado a la calle dos novillos ya corridos anteriormente: uno rojo, empleado ayer en el concurso de cortes, y otro más grande, que no podía ya con su alma. Cerradas ya las puertas grandes de la Plaza, se han escuchado algunos silbidos protestando porque no había probadilla. No estaba anunciada, es cierto, pero nada costaba torear una vaquilla, por ejemplo.



Este novillo estaba agotado.





ENLACE:


AYER VIERNES, POR LA TARDE

Ayer, viernes, por la tarde, la noticia es que llovió, después de muchos días de sequía pertinaz. Por la tarde, cayeron cuatro gotas, antes de la sesión de café-concierto. Luego, por la noche, a las nueve y media, aproximadadamente, descargó un fuerte chaparrón que limpió las calles y refrescó el ambiente. 

A las seis de la tarde se celebró el concurso de cortes y requiebros, que dicen estuvo bastante bien, con participantes llegados desde muchos lugares de la geografía española. También de más cerca: el pedrajero Alfredo Vallejo Caballero y el iscarense Óliver García, que logró un destacado cuarto puesto.

A las once y media de la noche, segundo encierro de las fiestas, amenizado por los chicos de La Gaveta. En primer lugar, se soltó un toro desde un cajón, negro, con divisa de color rojo, más bien pequeño, que llegó bien a la Plaza. No impresionó, desde luego. Luego lo sacaron otra vez a la calle. Los demás novillos, cumplieron, sin más. A los bueyes, no los vimos, no hicieron falta, buena señal.


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